El Juzgado de Instrucción Número 32 de Madrid ha recibido instrucciones de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) para investigar la denuncia por agresión sexual contra Javier Guardiola, diputado del PSOE en la Asamblea de Madrid.
Esta denuncia, presentada por una mujer de las Juventudes Socialistas de la región madrileña —según la exclusiva que firma Javier Chicote en ABC—, llegó a instancias del TSJM puesto que el denunciado es aforado. Ahora el Alto Tribunal madrileño ha devuelto el caso al Juzgado Número 32, que estudiará la presunta comisión de un delito contra la libertad e indemnidad sexual. Javier Guardiola niega las acusaciones y ha manifestado que es todo falso.
La citación a la joven denunciante se producirá de manera «inminente», siguiendo las indicaciones del auto del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Ese mismo documento insta al Juzgado de Instrucción Número 32 a realizar las «imprescindibles indagaciones para determinar si podría derivarse la eventual comisión de un delito por un aforado».
El auto del TSJM también aclara que no se puede imputar al denunciado —en este caso, el diputado socialista— sin que se presenten, de momento, «indicios racionales mínimos» sobre la comisión de los delitos atribuidos. En este sentido, el juzgado ha prestado especial atención al tiempo que transcurrió entre los hechos denunciados y la presentación de la denuncia. En respuesta a ese año y medio, la denunciante aseguró ante el juez que el diputado Javier Guardiola comenzó a difundir bulos dentro del partido. «A raíz de los hechos la dicente ha estado en tratamientos psicológicos y psiquiátricos», sentencia el auto.
En cuanto a la posición del diputado socialista, portavoz del partido en la comisión de Juventud en la Asamblea de Madrid, Javier Guardiola ha manifestado que esta «denuncia falsa» obedece a los intereses de una «trama urdida por un grupo hostil». Según Guardiola, se han «aprovechado de la fragilidad mental» de la joven denunciante para hundir su carrera política, reivindicando que nunca ha mantenido «contacto sexual con la denunciante ni el día referido ni en ningún otro», zanja el auto.
