Marruecos se prepara para un importante avance militar con la incorporación de los drones turcos Bayraktar Akinci a su flota aérea en 2025, una adquisición que representa un salto tecnológico sin precedentes en la región del norte de África y refuerza su capacidad estratégica.
El Bayraktar Akinci, desarrollado por la empresa turca Baykar, es un dron de última generación con características impresionantes: tiene una autonomía de vuelo de 25 horas, un alcance de hasta 7.500 kilómetros y es capaz de transportar 1.500 kilos de carga útil. Además, su capacidad de lanzar misiles guiados de precisión y ejecutar bombardeos quirúrgicos lo convierte en una herramienta clave para operaciones de vigilancia, reconocimiento y ataques de largo alcance en zonas complejas.
El militar y analista internacional Óscar Ruiz, en un artículo publicado en The Diplomat in Spain, destaca que el Bayraktar Akinci es el primer dron capaz de lanzar misiles de crucero desde el aire, lo que otorga a Marruecos la posibilidad de realizar operaciones a gran distancia, fortaleciendo su control en áreas estratégicas como las fronteras y regiones clave.
Esta adquisición no es un movimiento aislado. Marruecos ya dispone de 19 drones Bayraktar TB2, comprados en 2021, y ha invertido significativamente en su modernización militar. Entre sus recientes adquisiciones destacan los sistemas de artillería HIMARS, aviones de combate F-16 y el próximo lanzamiento del satélite espía Ofek 13, valorado en 1.000 millones de dólares, que reforzará sus capacidades de inteligencia y vigilancia aérea.
Sin embargo, este refuerzo armamentístico no ha pasado desapercibido en España, donde genera preocupación por el equilibrio militar en la región. La capacidad del Akinci para operar en zonas sensibles como el Estrecho de Gibraltar, Ceuta y Melilla supone un desafío para la defensa española. Ruiz advierte que este avance obliga a reforzar la vigilancia en el flanco sur para garantizar una disuasión efectiva y evitar desequilibrios en la región.
Además de adquirir tecnología avanzada, Marruecos está dando pasos firmes hacia la autosuficiencia en defensa, con inversiones destinadas a desarrollar su industria militar nacional. Este esfuerzo tiene como objetivo reducir la dependencia de proveedores externos y consolidar su posición como potencia militar emergente en el norte de África.
En este contexto, la llegada de los Bayraktar Akinci marca un hito que no solo fortalece las Fuerzas Armadas Reales marroquíes (FAR), sino que también eleva a Marruecos como un actor clave en el panorama geopolítico regional, obligando a sus vecinos a prestar especial atención a sus capacidades y estrategias militares.