«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Fue premiado con cargos cada vez más relevantes

Un nuevo escándalo sacude al Gobierno de Sánchez: el presidente ya fue alertado en 2018 por su jefe de gabinete sobre los «abusos» de Salazar

Pedro Sánchez y Paco Salazar. Redes sociales

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, nombró a Paco Salazar para tres cargos públicos del Gobierno pese a saber de primera mano que su comportamiento con mujeres había generado numerosas advertencias dentro del PSOE. La primera de estas alertas provino de su entonces jefe de gabinete, Juanma Serrano, quien, antes de que Sánchez llegara a La Moncloa tras la moción de censura de 2018, le trasladó las quejas de varias periodistas que acusaban a Salazar de actitudes inapropiadas. Sin embargo, el líder socialista no adoptó medidas drásticas y mantuvo su confianza en él durante años.

Las acusaciones internas contra Salazar no eran nuevas. Ya desde su etapa como colaborador en Dos Hermanas, su conducta había levantado suspicacias. Militantes del partido recuerdan que su forma de relacionarse con mujeres generaba incomodidad, y que esa pauta se prolongó durante la campaña de primarias de 2017, en la que se trasladó a Madrid y compartió piso con Santos Cerdán. En aquel contexto, tanto Cerdán como José Luis Ábalos y el propio Salazar competían por ganar el favor de Sánchez y hacerse un hueco en la nueva dirección del partido.

Con la llegada del PSOE al poder tras la caída de Mariano Rajoy, Sánchez optó por apartar a Serrano y colocar a Iván Redondo al frente de su equipo. Sorprendentemente, Salazar fue designado como número dos del gabinete de Presidencia, un puesto clave desde el cual mantuvo influencia entre 2018 y 2021. Durante ese tiempo, según fuentes de Moncloa, se repitieron episodios incómodos con empleadas, algunas de las cuales tuvieron que ser trasladadas de departamento. Desde dentro se hablaba de un ambiente de miedo, especialmente por parte de una trabajadora cercana a Redondo, quien habría vivido situaciones de acoso, según ha adelantado The Objective.

En su momento, al ser informado por Serrano de las denuncias verbales de periodistas que seguían la actualidad del partido, Sánchez mostró reticencias. Preguntó si existían denuncias formales o pruebas documentadas, ya que, según las fuentes consultadas, no quería tomar decisiones «basadas solo en rumores». Aun así, se le pidió a Salazar que moderara su actitud, aunque no se produjo ninguna consecuencia concreta en ese momento.

A pesar de todos estos antecedentes, Salazar no sólo permaneció en el entorno presidencial, sino que fue premiado con cargos cada vez más relevantes. En 2021, tras la remodelación del Ejecutivo que supuso la salida de Ábalos y Carmen Calvo, se le concedió la presidencia del Hipódromo de la Zarzuela, con una retribución de más de 100.000 euros anuales. Lejos de desaparecer de la escena política, mantuvo contacto directo y frecuente con Sánchez, con quien compartía análisis sobre encuestas y estrategias partidistas.

Ese vínculo cercano le permitió regresar de nuevo al aparato del Gobierno en agosto de 2022, al frente de una nueva oficina dentro del gabinete presidencial, diseñada para coordinar los planes estratégicos del Ejecutivo. Posteriormente, en enero de 2024, Salazar fue reincorporado también a la estructura interna del PSOE, esta vez como responsable de Análisis y Acción Electoral, una posición clave para alinear las iniciativas entre Moncloa y la sede de Ferraz.

Sin embargo, su trayectoria se truncó este mismo fin de semana, cuando tuvo que renunciar a un nuevo nombramiento como adjunto a la Secretaría de Organización del partido. La decisión llegó tras la publicación de informaciones comprometedoras en prensa y el rechazo frontal de los sectores feministas del PSOE. Aunque no se trataba de denuncias judiciales, el malestar era tal que forzó su dimisión antes incluso de formalizar el cargo.

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