«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
'PROYECTO HORTENSIA'

Un profesor «no binario» de Madrid se coge la baja porque alumnos y padres se niegan a llamarle «elle»

Leo, profesor 'no binario' en Madrid. Proyecto Hortensia

El adoctrinamiento ideológico en las aulas públicas vuelve a estar en el centro del debate tras la difusión del testimonio de un profesor de Secundaria en Madrid que se define como «no binario«, exige ser tratado con el pronombre «elle» y admite haberse cogido una baja por las quejas de las familias que no comparten su visión del mundo.

El docente, llamado Leo, aparece en uno de los vídeos promocionales del llamado Proyecto Hortensia, una campaña lanzada por varias organizaciones al calor de la ley trans de la exministra Irene Montero, cuyo objetivo declarado es «reforzar narrativas de empatía y apoyo a las personas trans». En realidad, se trata de una nueva estrategia institucional para normalizar en las escuelas la imposición de un lenguaje artificial y una visión ideológica de la identidad contraria al sentido común y a la ciencia más básica.

La metáfora que utilizan para presentar el proyecto aporta bastantes datos. «¿Por qué una hortensia? Porque pueden ser de varios colores y no se sabe cómo saldrán. El crecimiento de una hortensia es una historia de diversidad con final feliz», afirman los promotores. Un mensaje cargado de eufemismos, pero con un objetivo claro: desdibujar las categorías sexuales y convertir las aulas en laboratorios de ingeniería social.

En el vídeo, el profesor se presenta con naturalidad: «Me llamo Leo, profe de Secundaria en la escuela pública de Madrid, y soy una persona no binaria. No atiendo a los roles de género como otras personas. Cuando me presento, me gusta pedir dos cosas: una, que no imiten mi acento andaluz, y otra, que me llamen por mi nombre, Leo, y mi pronombre, ‘elle‘».

Según su relato, algunas familias se han negado a participar en este juego de roles ideológicos, lo que habría derivado en numerosas quejas que acabaron por «afectarle emocionalmente». «Aunque adoro mi trabajo, por primera vez en siete años he tenido que cogerme una baja. No ha sido bonito sentir que no quería dedicarme a esto», asegura en el vídeo.

El docente agradece el apoyo de una alumna y de su madre, a quienes señala como ejemplos de «resistencia» frente a aquellos padres que, desde los grupos de WhatsApp, critican su conducta. «Nos hacen de menos», se queja, al tiempo que pide más familias «como esta» para hacer frente a los que «hacen mucho ruido».

Las redes sociales se han llenado de comentarios una vez el vídeo se ha hecho viral. Decenas de usuarios han expresado su rechazo ante lo que consideran una imposición ideológica en centros educativos financiados con dinero público. Padres y madres denuncian que ya no se trata solo de tolerancia, sino de verse obligados por ley a llamar «elle» al profesor de sus hijos y aceptar que se niegue la realidad biológica en nombre de una ideología acientífica.

El caso de Leo es el resultado directo de la deriva legislativa iniciada con la ley trans y la normalización institucional del llamado «lenguaje inclusivo«.

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