Un nuevo episodio de defensa ante el robo de inmigrantes se ha producido en pleno centro de Barcelona. En esta ocasión, dos magrebíes robaron el reloj de un turista valorado en 30.000 euros, desatando su ira y la intervención espontánea de varios transeúntes que lograron atrapar a uno de los delincuentes. El hecho, ocurrido el pasado miércoles por la tarde en la emblemática plaza de la Catedral, se saldó con la detención de uno de los asaltantes por parte de los Mossos d’Esquadra, mientras su cómplice logró escapar con el botín, según avanzó ElCaso.cat.
El arrestado, un joven de 24 años, quedó reducido por un grupo de ciudadanos que no dudaron en emplear la fuerza para inmovilizarlo hasta la llegada de la policía. Cuando los agentes de los Mossos y de la Policía Nacional llegaron al lugar tras recibir el aviso de una presunta pelea en la vía pública, se encontraron al presunto ladrón en el suelo, con lesiones visibles, resultado de la reacción de los testigos para impedir su huida. El detenido fue acusado de un delito de robo con violencia y de causar heridas leves al turista afectado.
El valioso reloj, un Rolex de alta gama, no pudo ser recuperado. El segundo implicado, también de origen extranjero, logró esfumarse con el objeto sustraído antes de que nadie pudiera detenerlo. Aunque la policía ha abierto una investigación, las posibilidades de recuperar el reloj son escasas: estos artículos de lujo desaparecen rápidamente en el mercado negro, donde suelen ser vendidos o enviados fuera del país en cuestión de horas.
Este caso no es aislado. Se trata del tercer incidente similar registrado en pocas semanas en las calles de la capital catalana, en los que ciudadanos, hartos de la delincuencia, deciden intervenir por su cuenta. En otro suceso reciente, vecinos retuvieron a un ladrón en la calle Casp tras el robo de otro reloj de lujo. Días después, un fotógrafo asiático logró reducir a un ladrón que intentó sustraerle su cámara mientras realizaba un reportaje nupcial, también en pleno centro.
