116 inmigrantes ilegales de origen subsahariano que llegaron a Canarias hace unos meses y que posteriormente fueron alojados en Cataluña finalmente no serán albergados en el hotel de Manzanares (Ciudad Real), en medio de una ola de indignación surgida en redes sociales por la maniobra ejecutada por la ONG «Movimiento por la Paz» y el propietario del establecimiento, quienes habían pactado la acogida de estas personas.
Ante una situación que asomó con llevar a manifestaciones de calle, el alcalde de Manzanares, Julián Nieva Delgado (PSOE), hizo el lunes un llamamiento a la calma insistiendo en que no existían razones objetivas para generar alarma y aclarando que el Ayuntamiento no había sido informado oficialmente de esta iniciativa. Posteriormente se confirmó a través subdelegado del Gobierno en Ciudad Real, David Broceño, que el traslado no se produciría.
«Ni ocho, ni ochenta, ni 116»
Previamente el presidente del Grupo parlamentario de VOX en las Cortes de Castilla-La Mancha, David Moreno, había expresado en una visita a Manzanares su rechazo absoluto a la llegada de inmigrantes ilegales a la localidad: «ni ocho, ni ochenta, ni 116. Ni en Barcelona, ni en el aeropuerto de Ciudad Real, ni en Manzanares».
«Es lamentable ver cómo Page hace la vista gorda ante esta invasión de ilegales, que pone en riesgo no solo la seguridad de Manzanares sino que también favorece la islamización de nuestro país», dijo también el dirigente de VOX, a propósito de la gestión del presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emilio García-Page (PP).
Por tanto, los ilegales deberán abandonar el hotel en el que se encuentran actualmente alojados en Cataluña el próximo 16 de abril ante la llegada de la temporada de playa, sin que hasta ahora exista claridad del sitio al que serán trasladados.
