Una periodista llamada María Patiño no ha podido evitar ponerse a llorar tras conversar con algunos de los agricultores que están siendo víctimas de expropiaciones forzadas y la tala de olivos centenarios para la instalación de grandes plantas solares en distintas regiones de España. Con la voz entrecortada y visiblemente afectada, Patiño ha denunciado en directo la dramática situación que viven numerosos productores del campo, especialmente en provincias como Córdoba, Jaén, partes de Castilla-La Mancha y Extremadura.
«Es muy triste ver cómo les arrebatan sus tierras, cómo les obligan a arrancar los olivos de toda la vida para poner placas solares, porque así lo han decidido los que mandan», ha afirmado con indignación. Según relata, los agricultores se ven completamente indefensos frente a decisiones impuestas desde despachos políticos y empresariales que priorizan la expansión energética a costa del mundo rural.
La periodista relató con emoción el caso de un agricultor que rompió a llorar frente a ella al explicarle cómo iba a perder todo su olivar. «Tenía una lágrima viva en el rostro. Se ha roto, y yo me he sentido impotente. No sabía qué decirle. Sólo puedo dar voz a su dolor, para que la gente entienda lo que están sufriendo», ha compartido Patiño entre lágrimas.
En su intervención, ha arremetido duramente contra el actual Gobierno, acusándolo de imponer un modelo que «no es una democracia, es una maldita dictadura que está destruyendo a quienes trabajan la tierra2. También ha denunciado que todo se hace «sin estudios de impacto económico ni sensibilidad hacia las generaciones que han cuidado esos cultivos centenarios».
«Están arrasando nuestros campos, sembrándolos de paneles porque han decidido eliminar la energía nuclear. Da igual si los olivos son de tus abuelos o bisabuelos. Vienen, expropian y destruyen todo», ha lamentado. Según ella, el fenómeno se está extendiendo por donde «les da la gana», sin respetar ni patrimonio ni propiedad.
Incluso ha hecho referencia a un medio estadounidense que, según ha afirmado, ya ha calificado al presidente del Gobierno como un «dictador». «Y no les falta razón», ha asegurado, expresando su desesperación por el rumbo que, en su opinión, está tomando el país. «No sé qué ha pasado con España, pero vamos hacia un modelo donde el campo desaparece y la gente no reacciona», ha concluido.