El ex primer ministro francés Manuel Valls ha pedido una solución «sutil» y «pactada» entre Cataluña y el resto de España para evitar que el conflicto independentista catalán acabe perjudicando el «frágil a la par que extraordinario» proyecto europeo: «Si se rompe aquí, mañana se rompe Europa».
Ha sido durante un encuentro con empresarios celebrado en la escuela de negocios Esade, en el que también ha participado el exministro socialista Javier Solana, y al que han acudido el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, y numerosos empresarios catalanes, como el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu.
Valls ha asegurado que Cataluña y el resto de España pueden salir «reforzadas» de la actual crisis territorial si buscan una solución desde el «respeto» y en pro de un bien común, como el de ganar peso en la construcción europea.
Así, ha considerado un acierto la rapidez con la que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, convocó elecciones en Cataluña después de la declaración unilateral de independencia.
«Espero que las fuerzas políticas sensatas que pueden pactar mañana, que pueden imaginar el futuro de Cataluña con España, que salgan reforzadas», ha apuntado después de la conferencia en declaraciones a los medios, donde ha evitado posicionarse a favor de ninguna lista en concreto.
Valls, que esta mañana se ha reunido con el candidato del PSC, Miquel Iceta, y que participará en un acto junto con la candidata de Cs, Inés Arrimadas, ha justificado su implicación en la campaña catalana porque «en España se juega parte del destino de Europa».
Este, a su entender se debe articular en torno a los «estados-nación», cuyo esquema se puede ver amenazado por las «aspiraciones regionales»: «Yo creo en las fronteras», ha dicho.
Valls ha atribuido el auge del nacionalismo en diversos puntos del continente a la necesidad humana de tener una identidad a la que agarrarse en un mundo globalizado, en el que las ideologías tradicionales han perdido fuelle y el eje izquierda-derecha se ha difuminado. Ha recordado que la historia ha dado pruebas de que «cuando se juega con el nacionalismo la guerra es posible».
«Cada uno en este mundo abierto se pregunta cuál es su identidad, cómo es ser español, ser catalán o ser francés», ha continuado Valls, que ha indicado que cada Estado-nación debe buscar la respuesta a esta pregunta para combatir a los populismos crecientes porque «un país no puede vibrar solo cuando un equipo de fútbol gana».
El ex primer ministro galo, que ha hecho gala de sus raíces catalanas, ha criticado también la falta de «coherencia» de algunos dirigentes independentistas que, tras buscar y no encontrar respaldo al proyecto secesionista en la Unión Europea (UE), ahora la atacan.
«Veo dirigentes independentistas que se decían muy europeos y hoy critican mucho Europa. ¿Dónde está la coherencia?», ha señalado.
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