«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Víctimas de ETA piden aplicar el nuevo protocolo a presos comunes antes que a etarras

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) ha pedido tener acceso al nuevo protocolo que Interior ha puesto en marcha para permitir la excarcelación de reclusos «con enfermedades muy graves con pronóstico incurable» y que creen permitirá excarcelar a una docena de etarras enfermos.

En una carta al secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, el colectivo, según informa en una nota de prensa, ha solicitado también los datos de los presos de ETA a los que se les podría aplicar este protocolo, así como un diagnóstico detallado de la enfermedad que padecen para poder comprobar que se ajusta a dicho protocolo.

La presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, ha advertido además que verificará que los «criterios con los que aplican el protocolo a los presos de ETA son los mismos que se emplean con los presos comunes».

De hecho, el Colectivo exige al Gobierno que aplique este protocolo a los presos comunes antes que a los presos de ETA para comprobar que los etarras no reciben un trato de favor.

«No tenemos nada en contra de este protocolo, pero el Gobierno debe demostrar a las víctimas del terrorismo que no lo ha puesto en marcha para beneficiar exclusivamente a los presos de ETA», dice Ordóñez.

«La única forma que tiene el Gobierno de probar que este protocolo se ha puesto en vigor por razones de estricta humanidad es aplicándolo primero a los miles de presos comunes que puedan acogerse a él, siendo los etarras los últimos en beneficiarse», propone.

Recuerda que, hasta ahora, todos los etarras que fueron excarcelados por «enfermedad muy grave con pronóstico incurable» superaron el tiempo de esperanza de vida que se les dio al salir de prisión.

Por ello creen que los presos de ETA enfermos han recibido hasta ahora un trato de favor, lo que consideran «inadmisible e indigno».

En su nota, Covite documenta cuáles han sido los presos de ETA excarcelados por enfermedades terminales: Josu Retolaza, puesto en libertad el 14 de octubre de 1986, falleciendo a los siete meses, el 19 de mayo de 1987; Javier Gorostiza, excarcelado el 16 de julio de 1994,quien falleció a los once meses, el 17 de junio de 1995; Santiago Díaz Uriarte, excarcelado el 27 de octubre de 1995 y falleciendo el 25 de marzo de 1997, al año y cinco meses de su puesta en libertad;

Esteban Esteban Nieto, en libertad el 7 de abril de 1994, quien falleció el 26 de septiembre de 1999, a los cuatro años y cinco meses; Kepa Miner, en libertad el 2 de julio de 1999 y falleciendo a los cuatro años y nueve meses, el 26 de abril de 2004; Mikel Ibáñez, en libertad desde el 8 de agosto de 2008 y falleciendo el 7 de abril de 2011; Josu Uribetxeberria Bolinaga, en libertad desde el 16 de septiembre del 2012 y falleciendo el 16 de enero de 2015; y, por último, el caso más alarmante de todos, el de Belén González Peñalva, excarcelada en 2009 y falleciendo el 16 de noviembre de 2017.

En esta lista Covite dice no incluir a los etarras que fueron puestos en libertad hace años por padecer una enfermedad terminal y que todavía no han fallecido.

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