El grupo parlamentario VOX ha registrado un escrito dirigido a la Mesa del Congreso exigiendo que «se ponga fin de inmediato a la conducta arbitraria de la presidenta de la Cámara, consistente en favorecer a ciertos grupos en detrimento de otros».
Todo ello se evidenció, a juicio de VOX, en la sesión plenaria de este jueves, cuando Armengol incurrió en una «flagrante desigualdad de trato en el uso de la facultad de llamar al orden, originando así fuertes tensiones en el desarrollo de la sesión plenaria».
Armengol hizo uso de una «evidente dejación de las funciones de orden dentro del recinto parlamentario (…) al permitir el acceso y la permanencia de personas como Oriol Junqueras en dependencias reservadas a los diputados del Congreso de los Diputados», manifiesta VOX.
En el escrito, sostiene que «la entrada y permanencia de Junqueras, condenado por el Tribunal Supremo por delitos de sedición y malversación (por su participación en el golpe de Estado en Cataluña en 2017), en dependencias reservadas los diputados, constituye una conducta que implica un desorden grave«.
La presidenta de la Cámara, Francina Armengol, debiera haber adoptado «cuantas medidas considere oportunas» para impedir su entrada o expulsión atendiendo a lo dispuesto en el artículo 106 del Reglamento de la Cámara, según VOX.
En esta misma sesión plenaria, Armengol fue protagonista de «otra notoria injusticia» justo después de la intervención del presidente de VOX, Santiago Abascal. En ese momento, el diputado de Sumar, Gerardo Pisarello, pidió intervenir alegando haber sido objeto de alusiones. El minuto de intervención que le fue concedido fue empleado para atacar abiertamente al propio Abascal. El diputado de VOX, José María Figaredo, solicitó a su vez el uso de la palabra sobre el mismo fundamento jurídico que empleó Gerardo Pisarello, pero esa petición fue denegada.
Posteriormente y tras varios insultos dirigidos al grupo parlamentario VOX «en flagrante ofensa al decoro de algunos miembros de la Cámara», Armengol llamó al orden únicamente a diputados de este grupo. Y ante los insultos de un diputado socialista, que calificó a VOX de «neofascistas» y «filonazis», dijo «señores diputados de VOX, esto no es posible. El ser demócrata implica saber escuchar al que piensa diferente».
«No llamó al orden a los diputados que, de manera directa, profirieron insultos y vejaron la dignidad de nuestros diputados», señala. VOX insiste en que «la doble vara de medir de Armengol en función del signo político del grupo parlamentario es evidente, sectaria y manifiestamente injusta». «Esta doble vara de medir de Armengol se ha convertido en una desgracia constante al permitir que se viertan en «ostensible vulneración del decoro debido a la Cámara y a las instituciones afirmaciones ofensivas hacia el Poder Judicial, jueces o magistrados concretos, e incluso periodistas».