VOX ha exigido que se prohíba la celebración islámica de la «fiesta del cordero» en el espacio público catalán y español, al considerarla una práctica ajena a las tradiciones nacionales y un factor de fragmentación social. Así lo recoge una propuesta de resolución presentada por el grupo parlamentario de VOX en el Parlamento de Cataluña, registrada el 5 de junio de 2025, con la firma de sus portavoces Joan Garriga Domènech, Sergio Macián de Greef y el diputado Manuel Jesús Acosta Elías.
En el texto, la formación exige al Gobierno central que vete la conmemoración pública de esta festividad religiosa musulmana, también conocida como Eid al-Adha, alegando que su práctica resulta incompatible con la identidad cultural de España y representa una «claudicación cultural» frente a la creciente islamización. El documento solicita impedir la consolidación de costumbres extranjeras «que no forman parte de la tradición española» y que —según VOX— estarían generando conflictos sociales y erosión del sentimiento nacional.
Además, el grupo insta al Ejecutivo a garantizar la preservación de las festividades de raíz cristiana en todo el país —como la Navidad, la Epifanía, el Corpus Christi o Todos los Santos— y a tomar medidas activas para «recuperar el calendario festivo tradicional». El texto también defiende promover la gastronomía y la carnicería típicas frente a la «expansión de sellos extranjeros como el halal», con el objetivo de proteger a productores locales y defender «el derecho de los consumidores a una cultura alimentaria arraigada».
VOX expresa, asimismo, su «rechazo frontal» a cualquier tipo de colaboración de administraciones públicas, ya sea autonómica o municipal, con celebraciones como la fiesta del cordero, a las que acusa de contar con respaldo institucional —»ni siquiera velado»— en territorios como Ceuta y Melilla. El escrito denuncia incluso que en algunas ciudades se haya optado por reconocer como festivo el Eid en lugar de conmemoraciones tradicionales como San José o Santiago Apóstol.
En la exposición de motivos, el partido califica la tolerancia hacia estas prácticas como una «rendición cultural» y alerta de un proceso de «sumisión ideológica» frente a lo que denomina costumbres foráneas. Cita al Estado Mayor de la Defensa (EMAD) para advertir de que la concentración de población inmigrante con culturas distintas podría «fragmentar la cohesión social» y generar «tensiones y conflictos internos».
La propuesta finaliza con la reivindicación del «derecho de la Nación a su propia cultura», que —según argumenta VOX— debe ser protegida frente a políticas de «cesión ideológica» y presiones electorales o económicas.