Por tercera vez consecutiva, Ohio ha sido uno de los estados que ha elegido a Donald Trump como presidente de los Estados Unidos para los próximos cuatro años.
En concreto, el candidato republicano ha conseguido 17 votos electorales en este estado y el 55,2% de los votos frente al 43,9% aglutinado por Kamala Harris. Este resultado supone una ventaja para Trump de 11 puntos respecto a la demócrata.
Este estado se convirtió hace unos meses en uno de los más importantes en la campaña electoral cuando el ahora presidente electo, Donald Trump, y el vicepresidente, JD Vance, se hicieron eco de las denuncias de vecinos de Springfield respecto a las consecuencias de la inmigración ilegal descontrolada en sus barrios. «Se están comiendo a los gatos y los perros«, aseguró entonces Trump en un debate contra Harris en referencia a las acusaciones que los habitantes de ese municipio habían realizado sobre cómo los inmigrantes haitianos estaban consumiendo mascotas.
Pese a que la frase —la más viral de toda la campaña— generó polémica y fue utilizada por los demócratas para atacar al republicano, en el condado de Clark, donde está ubicado Springfield, Trump también ha arrasado, incluso ha crecido el apoyo que ha recibido respecto a las elecciones presidenciales de 2020. El republicano ha obtenido 39.636 votos, o el 64,2% del total de votos emitidos en Clark. Por su parte, la vicepresidenta Harris ha conseguido 21.494 votos, o el 34,8% del total de votos.
Es más, la diferencia entre la ventaja de los republicanos sobre los demócratas ha sido mayor este 5 de noviembre. En 2020, Trump obtuvo 39.032 votos en este condado (60,8%) mientras Biden recibió 24.076 (37,5%). Es decir, en estos comicios la diferencia ha sido del 29,4%, superior al 23,3% que separó a los candidatos en los anteriores.