«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
transportaban entre 110 y 130 personas

Kamala Harris recibe un insólito regalo navideño: tres autobuses de inmigrantes ilegales

La vicepresidente de Estados Unidos, Kamala Harris
La vicepresidente de Estados Unidos, Kamala Harris.

Era la noche antes de Navidad, cuando en toda la casa de Kamala Harris no se movía ni una criatura, ni siquiera un ratón. Así podría empezar este entrañable cuento navideño que solo se diferencia de tantos otros en ser completamente real.

Porque, efectivamente, la noche antes de Navidad, nuestra Nochebuena, la vicepresidente de Estados Unidos recibió a domicilio un curioso regalo que, quizá por el tamaño, no depositaron en sus zapatitos sino a la puerta de su casa: tres autobuses llenos de inmigrantes ilegales recién aprehendidos.

Santa Claus no es el único sospechoso en este caso, aunque quien haya podido dar esta sorpresa a Kamala ha preferido hasta el momento, quizá por modestia, permanecer en el anonimato. Fuentes interesadas como la agencia Associated Press apuntan a Greg Abbott, gobernador de Texas, por aquello de los precedentes. O, en palabras de AP, porque el regalito está “en línea con acciones anteriores de los gobernadores de los estados fronterizos que denuncian las políticas de inmigración de la administración Biden”.

Los autobuses que llegaron el sábado por la noche frente a la residencia de la vicepresidente, nos cuenta AP, transportaban entre 110 y 130 personas, según Tatiana Laborde, directora general de SAMU First Response, una agencia de emergencias de Washington que atiende a los inmigrantes que en los últimos meses han aparecido por la ciudad, con remite de alguno de los estados fronterizos republicanos. Los organizadores locales esperaban que los autobuses llegaran el domingo, pero se enteraron el sábado de que el grupo llegaría pronto a Washington, dijo Laborde. Concretamente, cuando la capital estadounidense estaba a 9 grados bajo cero, la Nochebuena más fría en Washington.

Pero Kamala no salió a recibir su regalo, y el SAMU tuvo que ocuparse. La vicepresidente perdió la ocasión de desplegar su espíritu navideño y su declarado amor por los recién llegados y la agencia tuvo que proporcionarles mantas y llevarles de urgencia en nuevos autobuses a una iglesia del área, mientras un restaurante local les proveía de comida de forma gratuita.

La semana pasada, la oficina del gobernador de Texas reconoció haber reenviado a más de 15.000 inmigrantes a «ciudades santuario» progresistas desde abril, entre ellas Washington, Nueva York, Chicago y Filadelfia.

El presidente Biden nombró a Harris responsable del control de la frontera, lo que se ha traducido en una avalancha de centroamericanos que dejan sus países para dirigirse al norte.

.
Fondo newsletter