La entrada de inmigrantes ilegales en los Estados Unidos se ha reducido un 90% desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, según ha asegurado el nuevo jefe de la Patrulla Fronteriza, Michael Banks. En una entrevista concedida a un medio estadounidense el pasado jueves, Banks destacó esta drástica disminución en los intentos de cruce en la frontera sur desde el 21 de enero, un día después de la investidura del presidente republicano.
Banks, quien cuenta con una larga trayectoria dedicada a la vigilancia fronteriza, también informó que los arrestos de inmigrantes con antecedentes penales se han incrementado en un 52%. «La Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos sabe cómo desempeñar su labor y proteger nuestras fronteras. Sólo necesitábamos un líder fuerte como el presidente Trump y una secretaria como Noem, que entiende perfectamente qué acciones son necesarias para garantizar la seguridad fronteriza», declaró.
Pese a estas estas afirmaciones, Banks no detalló las cifras exactas de los cruces ilegales ni especificó el período exacto desde el que se compara esta disminución. Sin embargo, datos publicados el mismo jueves por el Departamento de Seguridad Pública de Texas confirman que el flujo de inmigrantes hacia ese estado ha mostrado una desaceleración relativa.