La deriva woke de EEUU está copando todos los resortes de la sociedad, no sin resistencias ni daños colaterales. Lo hemos visto hace pocas semanas con el caso de la cerveza Bud Light y su ocurrencia de hacer de un conocido trans, Dylan Mulveney, su imagen de marca, lo que hizo perder a la empresa muchos millones de dólares.
Pero, como nos recordaba Carlos Esteban en estas páginas, la máxima get woke, go broke —hazte woke y te arruinarás— podría tener una variante más peligrosa para el Ejército de Estados Unidos: hazte woke y serás derrotado. La mencionada deriva también está alcanzando al todavía mayor ejército del mundo, el estadounidense, el cual está decidido a ser también el más progresista del planeta. Ahora se han encontrado con un problema: no está cumpliendo ni de lejos con los objetivos de reclutamiento.
Tradicionalmente, los reclutadores militares han tenido siempre su mejor caladero entre los jóvenes conservadores de pequeños pueblos del sur del país. Quizá el hecho de que el Ejército esté transformándose en una suerte de laboratorio del wokismo tenga algo que ver en que las cifras de reclutas sean tan bajas. Viendo el perfil mayoritario de los potenciales candidatos a ingresar en filas, ofrecerles abanderar el progresismo no parece la mejor idea.
Esta semana hemos conocido una noticia que ha echado más leña al fuego: la Marina de EEUU ha revelado que se utilizó a un «drag queen influencer» para tratar de conseguir que nuevos reclutas se unan al ejército. El marinero Joshua Kelley, cuyo nombre artístico es Harpy Daniels, anunció el pasado noviembre que era «Embajador digital» de la Marina estadounidense, informó Fox News.
Si bien la biografía de Instagram de Kelley muestra que sus opiniones «no están respaldadas por el Departamento de Defensa o el Departamento de Relaciones Exteriores», afirma haber bailado para los oficiales de servicio en varias ocasiones.
La iniciativa del «Embajador Digital» en la que participó Kelley se desarrolló entre octubre de 2022 y marzo de 2023 y fue diseñada «para explorar el entorno digital para llegar a una amplia gama de candidatos potenciales», dijo un portavoz de la Marina a Fox News Digital. La razón, agregó el portavoz, fue que la Armada está navegando en «el entorno de reclutamiento más desafiante al que se ha enfrentado desde el comienzo de la fuerza de voluntarios».
«La Marina no compensó a YN2 Kelley ni a ningún otro por ser Embajadores Digitales de la Marina. El piloto ha concluido y ahora estamos evaluando el programa y cómo existirá en el futuro», añadió.
Las reacciones a la noticia no se han hecho esperar. Robert J. O’Neill, exsoldado estadounidense de los Navy SEAL —cuerpo de élite de las Fuerzas Armadas de EEUU—, el hombre que supuestamente efectuó los disparos que acabaron con la vida de Osama bin Laden, ha criticado fuertemente la medida.
«Está bien. Ahora la Marina de EEUU está utilizando a un marinero alistado Drag Queen como reclutador. He terminado. China nos va a destruir. TIENES ESTA MARINA. No puedo creer que luchara por esta mierda», escribió O’Neill esta semana en su cuenta de Twitter.
Alright. The U.S. Navy is now using an enlisted sailor Drag Queen as a recruiter. I’m done. China is going to destroy us. YOU GOT THIS NAVY. I can’t believe I fought for this bullshit.
— Robert J. O'Neill (@mchooyah) May 3, 2023
El marinero drag queen «aterroriza a nuestros enemigos», bromeó Matt Walsh, una de las estrellas del Daily Wire y un referente de la lucha contra el wokismo estadounidense. El presentador dijo que, a lo largo de la historia, el objetivo número uno de los militares ha sido «matar efectivamente a los malos, matar al enemigo». Añadió que eso se ha logrado «siendo una unidad… suprimiendo sus prioridades y deseos individuales», y este reclutador drag queen es totalmente opuesto a eso, recoge el Daily Wire.
«Esto no va a revertir ese problema [de reclutamiento]. Simplemente no lo va a hacer», aseguró Walsh. «Realmente no hay forma de reclutar de manera constante y confiable y mantener el ejército fuerte sin apelar a la masculinidad. Podrían probar todas estas otras formas de reclutamiento. Nada de eso funciona. Lo único que funciona consistentemente es tratar de apelar a los hombres, a los jóvenes, a su sentido del deber, su sentido del honor, su sentido del patriotismo».
