Ahora que la pandemia va de salida y por más que azoten al caballo muerto no hay forma de que se levante, vuelve con fuerza el pánico climático, que sirve para recortar libertades, hacernos renunciar a la carne y resignarnos a los grillos, pasar frío en invierno, dejar de volar, renunciar al coche particular y lo que te rondaré, morena. Ah, y a pagar. Evitar el apocalipsis cuesta un riñón, y ya nos avisan que tendremos que pagarlo.
Y tenemos que creer que todo esto es con nuestro consentimiento, que llevan concienciándonos a todas horas desde hace años y ya están los jóvenes gretinos sufriendo de ansiedad y renunciando a formar una familia por aquello de reducir la huella de carbono.
Pero la realidad es que no cuela tanto como creen o esperan. No, al menos en el primer país del mundo y uno de los más volcados con la agenda, Estados Unidos, según un reciente estudio demoscópico. Según una encuesta de CRC Advisors realizada para el Competitive Enterprise Institute (CEI), la mayoría de los votantes no están dispuestos a pagar más de diez dólares al mes de su propio bolsillo para mitigar el cambio climático.
El presidente Joe Biden ha llamado a la «crisis climática» una » amenaza existencial » para la humanidad en múltiples ocasiones y se ha comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de Estados Unidos a la mitad frente a los niveles de 2005 para 2030 como muy tarde, generalizando la producción de energía verde en todo el país. Además, ha accedido a pagar miles de millones del contribuyente americano a los países en desarrollo para que dejen de usar carbón. Pero el contribuyente no comparte el entusiasmo de Biden y de su equipo demócrata.
Más del 40% de los encuestados dijeron que no pagarían un solo dólar de su propio dinero cada mes para reducir el impacto del cambio climático, mientras que solo el 17% dijo que estaría dispuesto a gastar diez dólares o menos. Sólo el 5% de los encuestados indicó que se avendría a gastar entre cien y mil dólares más al mes para reducir los efectos del «cambio climático», y el 17% confesó que aceptaría pagar entre 76 y 100 dólares más al mes.
«La mayoría de los estadounidenses siguen sin estar dispuestos a pagar los enormes costos de las políticas de cambio climático», afirma Myron Ebell, director del Centro de Energía y Medio Ambiente de la CEI, a la Fundación Daily Caller News en un comunicado de prensa. «Las políticas regulatorias antienergéticas de la Administración Biden ya les están costando a los estadounidenses más de diez dólares al mes en precios más altos de gasolina y electricidad… y estos costos son solo el comienzo”.