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PODRÍAN SUPERAR LOS 240 CONGRESISTAS

Las encuestas dan una gran mayoría a los republicanos en las elecciones de medio mandato

El expresidente de EEUU Donald Trump ante miles de simpatizantes en Cullman, Alabama. Reuters

No es que la CNN sea una fuente fiable, en general: durante los cuatro años de mandato de Donald Trump y el que lleva Joe Biden en la Casa Blanca, la antaño prestigiosa cadena de noticias tiene la credibilidad (y la audiencia) por los suelos. Pero si se trata de anunciar «¡que vienen los republicanos!», quizá sea caso de creerles. Y esa es la noticia que está dando su equipo especializado en las elecciones de medio mandato, a la vuelta de la esquina, para las que pronostican, aterrados, una «debacle» demócrata, como nunca hasta ahora.

Jake Tapper, estrella de la cadena, hacía la pregunta pertinente al periodista que maneja los datos demoscópicos en CNN, Harry Enten: «Si eres un republicano que se postula para la reelección o intentas derrocar al demócrata, las cosas se ven bastante bien, ¿verdad?».

Enten respondió con el énfasis adecuado: se ven muy, muy bien, como nunca. De hecho, la ventaja republicana a fecha de hoy estaría en su mejor posición de los últimos ochenta años, desde 1938. «Es mejor que en 2010 cuando los republicanos estaban un punto arriba», continuó. «Es mejor que en 2014, 2000, 1998, donde los demócratas lideraban por punto».

«Y en todos esos cuatro ejemplos anteriores que hacen esta lista de los cinco primeros, mira eso, ¿quién ganó la mayoría? Fueron los republicanos quienes obtuvieron la mayoría«, agregó. «Ahora, por supuesto, la elección no se llevará a cabo mañana y vemos que a veces la historia no siempre es un prólogo. Pero mi estimación para la composición de la Cámara de Representantes de 2023 si las elecciones se celebraran hoy (…) serían republicanos entre 236 y 241 escaños; y demócratas entre 194 y 199. Eso se basa a partir de una fórmula de calificaciones de carrera de escaño a escaño tanto del Informe Político de Cook como de elecciones internas».

La culpa, según Enten y el sentido común, la tiene el presidente, cuya popularidad no ha hecho más que despeñarse desde que puso un pie en la Casa Blanca. Desde que se hacen encuestas, la suerte de los partidos en las elecciones de medio mandato ha dependido estrechamente del apoyo que tuviera el presidente en ese momento.

Pero si el apoyo general al presidente no hace más que bajar, lo que realmente preocupa al Partido Demócrata es perder a los más fieles de sus «voting blocks», de las tribus y grupos de interés sobre los que descansa la prosperidad electoral del partido y que suelen considerar de su exclusiva propiedad.

Por ejemplo, los negros, uno de los más antiguos y fieles caladeros de votos de los demócratas. Y ese es su terror: las últimas encuestas muestran que los votantes negros están abandonando el apoyo a la Administración de Biden en masa, uniéndose a los votantes hispanos como grupos minoritarios enfurecidos con la presidencia demócrata.

Una encuesta de Washington Post/Ipsos sobre casi 1.250 estadounidenses negros realizada entre el 21 de abril y el 2 de mayo de 2022 encontró que solo el 23 por ciento aprueba firmemente «el desempeño de Biden, mientras que el 70 por ciento meramente «aprueba». Es el único grupo demográfico que da al presidente un índice de aprobación positivo.

Sí, cierto, no parece gran cosa, pero quien conoce el marcador en Estados Unidos sabe hasta qué punto lo es en una población que vota demócrata en proporciones búlgaras. La abrumadora mayoría de los negros en Estados Unidos está convencida de que el republicano es un partido estructural e irremediablemente racista, un impresionante logro de la propaganda demócrata. Pero hay indicios de que un número creciente de ellos están llegando a la conclusión de que los demócratas no son muy distintos en este aspecto.

En definitiva, a los negros les podría acabar pasando como a los hispanos, otro grupo de votantes que los demócratas creían tener atado y bien atado y que está desertando a ojos vista. Una encuesta de la Universidad de Quinnipiac de mediados de mayo mostró que el índice de aprobación del presidente Biden entre los hispanoamericanos, que hace un año superaba ligeramente la mitad de esta población, ha caído a una alarmante cuarta parte.

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