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BIDEN ATACA A LOS REPUBLICANOS

Los demócratas, aterrados ante el probable batacazo, dicen que «está en juego la democracia»

El presidente de EEUU, Joe Biden. Reuters

Lo que está en juego es la democracia. Ese es el alarmista mensaje al que están apostando unos demócratas aterrados ante la posibilidad de perder el poder sobre las cámaras y estados clave en las inminentes elecciones de medio mandato, y con ellos los grandes medios de comunicación que funcionan como su departamento de propaganda.

Lógico: no tienen grandes méritos que mostrar al público estadounidense tras dos años de Administración Biden, inmersa en una crisis energética grave, una invasión alarmante de su frontera sur por varios millones de inmigrantes ilegales, la humillante retirada de Afganistán y una inflación desbocada. Todo va a peor, así que su lema ante las urnas es ese, transmitiendo la idea de que son ellos o el caos, y si ganan los republicanos la democracia habrá muerto.

Obama, naturalmente, tiene un papel protagonista en la campaña de los demócratas, y en su última intervención trató veladamente de advertirles que los ataques alarmistas contra los rivales políticos podrían tener consecuencias desastrosas. «Una cosa está clara, y es este hábito cada vez más frecuente de demonizar a los opositores políticos, de limitarse a gritar y pensar no solo que uno está en desacuerdo con el otro, sino que el otro es malvado y se equivoca”, dijo Obama en su última intervención público. “Eso crea un clima peligroso. Y cuantos más políticos y cargos electos sigan promoviendo una retórica alarmista o ignorando este peligro, más personas saldrán perjudicadas”.

Obama no mencionó a su exvicepresidente, el actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, pero la descripción parece ajustarse como un guante al sujeto. Biden pronunció un discurso en Union Station en el que repitió algunos de sus ataques de su discurso del 1 de septiembre en el Independence Hall, calificando a los republicanos de extremistas y peligrosos para la democracia, llegando incluso a achacar al «clima agresivo creado por los republicanos» MAGA el ataque sufrido por el marido de la presidente de la Cámara, Paul Pelosi, en su propia casa por parte de un vagabundo con problemas mentales.

Pero no es nada nuevo en el senil presidente. No hace más que reversionar sus declaraciones de septiembre, cuando Biden dijo que «Donald Trump y los republicanos del MAGA representan un extremismo que amenaza los cimientos mismos de nuestra república», y que un Partido Republicano que apoyaba a Donald Trump era «una amenaza para este país». Nada tan democrático como un régimen de partido único, ¿verdad?

Así, Joe volvió a decir que lo que se juegan los norteamericanos en estas elecciones es “la democracia”, no la victoria o derrota de determinados candidatos. Y su todopoderoso jefe de gabinete, Ron Klain, se permite amenazar explícitamente en televisión a quien ose votar «erróneamente» el martes: «El presidente consideró importante transmitir hace unos días una última advertencia y dejar muy claro, para que no quede la menor duda, que hay gente por ahí que sigue difundiendo la gran mentira, gente que ahora plantea el tema del fraude electoral en esta campaña». ¿Advertencia? ¿Al electorado?

La estrella de la Fox, Tucker Carlson, el personaje televisivo más seguido de Estados Unidos, ha dado su particular interpretación a este alarmismo demócrata que condena el propio Obama: un rechazo al partido de Joe Biden, desde su perspectiva, es el fin del sistema mismo y claramente lo creen. Lo dicen en serio. Por eso la Administración Biden se ha pasado los últimos dos años destruyendo los dos prerrequisitos de la democracia estadounidense, la libertad de expresión y el estado de derecho. Por eso han silenciado a los periodistas díscolos. Por eso encarcelan a sus rivales políticos. Por eso unos agentes del FBI con rifles automáticos sacaron a rastras a cristianos de sus casas por el delito de rezar ante clínicas abortistas”.

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