El luchador de artes marciales mixtas (MMA), Conor McGregor, se ha pronunciado desde la Casa Blanca tras ser invitado por Donald Trump con motivo del Día de San Patricio para criticar la inmigración ilegal que «está causando estragos» en su país, Irlanda.
Durante una rueda de prensa improvisada en la Sala de Prensa de la Casa Blanca, McGregor ha afirmado que su nación está siendo «invadida» y que la administración estadounidense debería conocer la situación que se vive en su país.
La presencia del luchador en el evento no ha resultado del todo sorprendente, ya que Trump ha mostrado afinidad con figuras de la derecha soberanista que mantienen discursos contra la inmigración ilegal. De hecho, en un encuentro reciente con el primer ministro irlandés, Micheál Martin, el presidente de los Estados Unidos fue preguntado por su personalidad irlandesa favorita, y mencionó a McGregor.
El deportista, conocido por sus declaraciones en redes sociales contra el gobierno irlandés, el sistema judicial y las políticas migratorias, ha manifestado abiertamente su deseo de postularse a la presidencia de Irlanda. Sin embargo, su candidatura resulta compleja, ya que el sistema electoral del país exige el respaldo de al menos 20 parlamentarios en funciones o cuatro consejos locales, un requisito difícil de alcanzar para él.
En el evento del Día de San Patricio, McGregor ha aparecido junto a la secretaria de prensa de Trump, Karoline Leavitt, quien ha elogiado su presencia y ha bromeado con la situación: «No se nos ocurrió un mejor invitado para esta celebración. Los dos vestimos de verde», ha comentado.