Décadas de propaganda progresista a favor de los «derechos reproductivos» para fomentar el aborto han dado varios pasos atrás este martes tras las elecciones de los Estados Unidos. Al rechazo de la propuesta para incluir el aborto en la constitución estatal en el estado de Florida, que no ha obtenido el 60% de votos necesario gracias a la movilización de votantes cristianos, se ha sumado la victoria de varios candidatos provida.
Un caso particularmente positivo para la comunidad antiabortista es el de Ted Cruz, que se ha impuesto a su rival demócrata Colin Allred en el estado de Texas. Firme antiabortista, siempre se posicionó contra las propuestas progresistas, diciendo que el apoyo de los demócratas a ampliar los derechos al aborto hasta eliminar todas las restricciones era la verdadera posición extremista en el debate.
Respecto a la votación de Florida, cabe destacar que a diferencia de otros lugares, donde medidas similares requieren una mayoría simple (y en Colorado el 55%), se exige un mayor consenso para este tipo de enmiendas. Esta derrota es especialmente amarga para los activistas, quienes, desde la revocación de Roe v. Wade por la Corte Suprema en 2022, habían cosechado victorias electorales a favor del acceso al aborto en siete estados.
En respuesta al fallo de la Corte Suprema, Florida se había convertido en un refugio para quienes buscaban interrumpir su embarazo debido a las prohibiciones en gran parte del sur de Estados Unidos. Sin embargo, con la entrada en vigor del veto en el estado gobernado por DeSantis, las posibilidades de acceso han disminuido considerablemente. De haberse aprobado la medida en Florida, el derecho al aborto habría quedado protegido hasta las 24 semanas de gestación.