Las presidenciales quedan lejos, en noviembre de 2024, pero con la previsible victoria arrasadora de los republicanos en las elecciones de medio mandato en noviembre y las dudas del Partido Demócrata en presentar al senil e impopular Biden como candidato, cada vez son más los republicanos que se preguntan si Trump es el hombre adecuado para encabezar un tándem presidencial.
Y no es solo porque Donald puede salir muy mal parado de las investigaciones en curso sobre el asalto al Capitolio y tendrá una edad peligrosamente avanzada en 2024, sino, sobre todo, porque el partido cuenta con un hombre que ha demostrado en los últimos años, sobre todo durante la pandemia, su capacidad de gestión y liderazgo al frente del estado de Florida: Ron DeSantis.
La publicación The Epoch Times ha encargado a la firma Impact Social un estudio sobre mensajes en redes sociales de 40,000 votantes «indecisos», y sus resultados resultan bastante reveladores.
El análisis muestra que se ha disparado el respaldo al gobernador como candidato presidencial del Partido Republicano en 2024 entre los votantes que no están firmemente del lado de Trump.
“Una parte considerable de los comentarios positivos, un 32%, lo prefiere a Trump”, señala el estudio en sus conclusiones.
Trump es Trump, sin duda. Su carisma es indudable, supo conectar con preocupaciones del americano medio completamente ignoradas por los políticos de ambos grandes partidos y su estilo personalísimo y un tanto abrasivo generó entre muchos de sus seguidores un verdadero culto a su personalidad, lo que hace que su nombre siga siendo el más citado en las redes, holgadamente por delante de DeSantis.
Pero lo mismo que le hace irresistiblemente atractivo para unos lo hace repulsivo para muchos otros, incluso en su mismo partido y con ideas no muy alejadas de las del magnate neoyorquino. Es decir, es tan intensamente amado como odiado.
Impact Social analizó aproximadamente 93.000 comentarios que mencionan a Trump y alrededor de 8.000 publicaciones que mencionan a DeSantis en votantes indecisos del 1 al 14 de junio, y “es interesante notar que, a pesar de que muchos de estos votantes indecisos vienen de la derecha del espectro político, solo un número relativamente pequeño sale en defensa de Trump ”, señala el informe.
Trump sigue siendo el favorito para la nominación republicana, y de hecho una encuesta reciente de Quinnipiac revela que el 69% absuelve a Trump de los disturbios del 6 de enero, y casi todos los estudios demoscópicos mantienen al expresidente en cabeza de las preferencias a holgada distancia de DeSantis, no muy conocido fuera de Florida o de la base de activistas republicanos. Pero 2024 está muy lejos aún, y lo que cuenta es la tendencia. Y la tendencia es que últimamente DeSantis no hace más que acortar distancias con el líder del pelotón.
Una encuesta a nivel del estado de la Universidad de Nueva Hampshire sitúa a ambos candidatos en empate técnico, habiendo el de Florida doblado el número de seguidores desde octubre.
La tragedia es que DeSantis, de postularse, no lo haría como un ‘nevertrumper’, muy al contrario: el trumpismo arrasa entre los votantes republicanos, y el gobernador se presentaría como continuador, no como opositor, de la obra de Trump. Eso hace que sea muy difícil que DeSantis pueda presentar su candidatura a la nominación si Trump se empeña en postularse en serio.
“Bajo el liderazgo del presidente Donald Trump, Estados Unidos disfrutó de niveles récord de desempleo, estabilidad económica, seguridad y respeto mundial. Muchos anhelan un regreso a estas políticas y la prosperidad que puede traer un buen liderazgo”, dijo la consejera legal y portavoz de Ready for Ron, Lilian Rodríguez-Baz, a The Epoch Times. “La era del presidente Trump fue maravillosa, pero ahora, como actualmente no se está postulando, debemos prepararnos para un nuevo líder, debemos estar listos para Ron”.
En realidad, son papeles complementarios. Trump prometió, pero solo cumplió a medias. Por su parte, DeSantis está demostrando una firmeza contra sucesivas y furiosas campañas de la Casa Blanca, la izquierda y sus aliados empresariales y mediáticos que no ha pasado desapercibida para todos.
“Cuanto más arrecian los ataques difamatorios de la izquierda radical, más aumentan sus apoyos”, conculye Rodríguez-Baz. “La izquierda radical está arriesgando nuestro futuro, y DeSantis tiene el coraje de contraatacar, por eso le temen tanto”.
El comité cita una serie de políticas de DeSantis, desde las leyes contra el adoctrinamiento sexual aprobadas por el gobernador hasta la dura postura contra Disney y los Tampa Rays en temas sociales, la eliminación de la teoría crítica de la raza y el aprendizaje socioemocional en los libros de texto escolares en Florida, y la negativa a ceder ante los alarmistas del covid y cerrar la economía estatal por el virus, como razones que han hecho atractivo a DeSantis a ojos de los independientes.
“DeSantis está cortado por el mismo patrón que Trump, la gran diferencia es que DeSantis no es tan odiado como Trump”, asegura a The Epoch Times Del Wilber, un exprofesional de inteligencia de Illinois que votó por Trump. “El país necesita menos drama en este momento, se está desmoronando. Creo que DeSantis ayudará a frenar esa tendencia”.