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EEUU SE ACERCA AL RÉGIMEN CHAVISTA

Biden negocia el intercambio de criminales con Venezuela, Rusia e Irán

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden

La sorpresiva entrega de los “narcosobrinos” al régimen de Nicolás Maduro a cambio de siete estadounidenses condenados en Venezuela por delitos de corrupción unos y por espionaje los otros, corona el haber de negociaciones que la Administración de Joe Biden ha mantenido desde el inicio de su gestión con gobiernos que le son hostiles y, particularmente en este caso, el acercamiento que su administración ha emprendido con la dictadura venezolana.

Un canje —el más grande hasta la fecha— en el que EE. UU. entregó a dos comprobados narcotraficantes procesados por la justicia, a cambio de un grupo de individuos que, en su mayoría, se han visto envueltos en hechos irregulares.

Desde que iniciara su gobierno, Biden ha adelantado intercambios de esta naturaleza con Rusia, mientras que Irán aguarda por una respuesta que sentaría en la mesa de negociaciones respecto a la liberación de algunos ciudadanos iraníes presos en EEUU.

La Segunda Sección del Artículo 2 de la Constitución de los Estados Unidos de América en su aparte 1 establece que “El Presidente será comandante en jefe del ejército y la marina de los Estados Unidos y de la milicia de los diversos Estados cuando se la llame al servicio activo de los Estados Unidos; podrá solicitar la opinión por escrito del funcionario principal de cada uno de los departamentos administrativos con relación a cualquier asunto que se relacione con los deberes de sus respectivos empleos, y estará facultado para suspender la ejecución de las sentencias y para conceder indultos tratándose de delitos contra los Estados Unidos, excepto en los casos de acusación por responsabilidades oficiales.

Esta facultad presidencial, comprende tanto la conmutación que permite la reducción o supresión de una sentencia establecida luego de la condenatoria por un delito; o bien el indulto, léase el perdón de la pena que no del delito.

Tal facultad constitucional le otorga al presidente de los EEUU la posibilidad de mostrar clemencia con los infractores. Por lo general, esta clemencia se manifiesta luego de que se hayan presentados cargos, pero de acuerdo a la Corte Suprema, el indulto “abarca todos los delitos conocidos por la ley y puede ejercerse en cualquier momento después de su perpetración, ya sea antes de que se recurra a procedimientos jurídicos o durante su tramitación o después de una condena y sentencia”. Esto fue lo que permitió al presidente Gerald Ford evitar que Richard Nixon fuera a juicio en 1974 por el caso Watergate.

La entrega de los narcosobrinos

Para la aplicación del canje de presos con Venezuela el pasado 1 de octubre, el presidente recurrió primero a indultar a Franqui Francisco Flores de Freitas y Efraín Antonio Campo Flores. No era esta la primera vez que hacía uso de su facultad para ello, puesto que fue el 26 de abril del presente 2022 cuando inicialmente Joe Biden echo mano de esta prerrogativa. En esa oportunidad conmutó la pena a 75 personas y concedió tres indultos, una acción que, en aquel entonces, justificó con el argumento de que “Estados Unidos es una nación de leyes y segundas oportunidades, redención y rehabilitación”.

Ahora, con el beneficio a los Flores sazonó con “Es una prioridad de mi administración evitar que los estadounidenses tengan que soportar el dolor inimaginable de ser rehenes o de estar encarcelados injustamente”. No hubo ninguna alusión a las vinculaciones e investigaciones que por hechos de corrupción se les siguió a los cinco de CITGO en los Estados Unidos, a saber, Tomeu Vadell, José Luis Zambrano, Alirio Zambrano, Jorge Toledo y José Pereira. El “precio” de quienes son conocidos como los “narcosobrinos” incluyó a Matthew Heath, un marine de Estados Unidos, quien fue arrestado en 2020 en una carretera de Venezuela y a Osman Khan, arrestado en enero.

Pero sin duda, este canje, se erige como el mayor intercambio llevado a cabo por la administración Biden, la cual no dejó de significar, una y otra vez, que el regreso de los detenidos por Maduro se traducía en la alegría para siete familias. Dejó de lado el no menos significativo hecho de que con ello dejó en libertad a dos narcotraficantes a quienes el sistema de justicia le comprobó sus delitos. El trabajo de fiscales, agentes de la DEA y todo un conglomerado de colaboradores y recursos que quedan invalidados con la decisión presidencial.

Según la opinión de algunos, la entrega de los narcosobrinos viola la política de Estados Unidos de no negociar con terroristas, como advirtió José Antonio Colina, presidente de la organización Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (VEPPEX).

Entretanto, el senador republicano, Marco Rubio, calificó de bochornosa la operación, puesto que, a su juicio, el gobierno de Biden “ha puesto un precio a la cabeza de todos los estadounidenses”

Otro intento de canje con Rusia

Trascendió hace poco, específicamente el 27 de julio, que el gobierno de Joe Biden ofreció intercambiar a un traficante de armas ruso de nombre Viktor Bout, quien paga condena de 25 años de cárcel en suelo estadounidense, por Brittney Griner y Paul Whelan, dos ciudadanos de los EEUU detenidos en Rusia, la primera por introducir marihuana al país y, el segundo, por supuesto espionaje.

Se conoció que el Departamento Justicia se mostraba opuesto a ese intercambio pero, finalmente, habría accedido. Y es que el Gobierno ha sido renuente a estos canjes, pues se corre el riesgo de que algunos países conviertan a los estadounidenses en su suelo en monedas de cambio para este tipo de situaciones.

Al parecer, la liberación del exmarine, Trevor Reed por parte de Rusia a cambio de la entrega del piloto ruso, Konstantin Yaroshenko, condenado también por delitos de narcotráfico, habría animado a la negociación de Bout. Pero, como puede observarse, los últimos acontecimientos revelan que no solamente el caso de los rusos habría sido estimulado, sino también el de los familiares de la pareja presidencial venezolana.

A los ya nombrados, se suma Marc Fogel, un profesor en una escuela estadounidense en Moscú y exdiplomático, que paga 14 años de cárcel en Rusia por tráfico de cannabis. Las autoridades rusas dicen que lo encontraron en poder de 11 gramos de marihuana y 8 de aceite de cannabis que él alga tenía uso médico, lo cual no es reconocido en el país gobernado por Putin.

Irán, dispuesto

Otras puertas podrían abrirse igualmente. Tal es el caso de las que conducen a una apertura hacia el régimen iraní, toda vez que en agosto pasado este mostró estar dispuesto a un intercambio de presos con Estados Unidos.

Dicha disposición se conoció por boca del portavoz del gobierno persa, Naser Kanaani, quien dijo que “La República Islámica de Irán ha anunciado repetidamente su disposición a tratar la cuestión de los presos con EE.UU. a través de varios canales, independientemente del JCPOA (acuerdo nuclear)».

El país viene reclamando la liberación de más de una docena de iraníes detenidos en Estados Unidos, a los cuales se les señala de violar las sanciones, calificadas de crueles e ilegales por la nación islámica.

Queda esperar el rumbo que pueda tomar el caso del empresario colombiano, Álex Saab, señalado de ser testaferro de Nicolás Maduro, quien está siendo procesado por la justicia de EE. UU. y que es reclamado insistentemente por el régimen de Maduro, que lo ha revestido de un supuesto carácter diplomático que lo haría inmune a ser enjuiciado.

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