Los votantes de Florida han rechazado una propuesta para incluir el aborto en la constitución estatal, lo que representa un golpe significativo para los defensores de este movimiento. La medida, que pretendía revertir la prohibición del aborto a las seis semanas, necesitaba el respaldo del 60% de los votantes, pero no logró alcanzar ese umbral, interrumpiendo una serie de éxitos electorales en defensa del derecho al aborto en grandes estados.
A diferencia de otros lugares, donde medidas similares requieren una mayoría simple (y en Colorado el 55%), en Florida se exige un mayor consenso para este tipo de enmiendas. Esta derrota es especialmente amarga para los activistas, quienes, desde la revocación de Roe v. Wade por la Corte Suprema en 2022, habían cosechado victorias electorales a favor del acceso al aborto en siete estados.
En respuesta al fallo de la Corte Suprema, Florida se había convertido en un refugio para quienes buscaban interrumpir su embarazo debido a las prohibiciones en gran parte del sur de Estados Unidos. Sin embargo, con la entrada en vigor del veto en el estado gobernado por DeSantis, las posibilidades de acceso han disminuido considerablemente. De haberse aprobado la medida en Florida, el derecho al aborto habría quedado protegido hasta las 24 semanas de gestación.
El martes, un total de 10 estados votaron iniciativas relacionadas con el aborto; los resultados de los otros nueve aún no han sido desvelados y se esperan en los próximos días. En al menos cuatro de estos estados, las iniciativas buscan revocar restricciones al aborto, restaurando el acceso para sus residentes.
En Florida, la oposición a esta medida fue intensa en las semanas previas a las elecciones. Grupos conservadores, cristianos y funcionarios republicanos lanzaron una serie de ataques contra la propuesta.