El hombre tampoco tendrá que acudir al curso de reinserción tras la decisión de los tribunales.
Un refugiado fue detenido y condenado por estrangular y agredir sexualmente a una mujer en Kent (Reino Unido). En un principio, fue condenado a varios años de internamiento pero finalmente la pena ha sido eliminado porque su nivel de inglés «no era el suficiente».
Filmon Kbrom, un eritreo recién llegado al país de 18 años, fue internado en un centro de custodia juvenil tras la decisión de los jueces. Sin embargo, el refugiado apenas pasó un mes en el centro hasta que las autoridades decidieron ponerle en libertad.
El juez Philip Statman justificó su decisión asegurando que las medidas previstas para su control «eran suficientes»: Kbrom sólo será sometido a un toque de queda y no tendrá que asistir siquiera a los cursos de rehabilitación previstos para su caso por «no tener un nivel de inglés suficiente».
El refugiado atacó a su víctima, una mujer de 25 años de edad, mientras caminaba por una calle a las afueras de Maidstone. Kbrom se bajó los pantalones y se comenzó a tocar los genitales mientras le exigía que «enseñara algo».
Ante la negativa de la joven, Kbrom se lanzó sobre ella y trató de llevarla a una zona más apartada mientras apretaba sus pechos. Cuando logró zafarse, el refugiado la cogió del cuello y la estranguló hasta dejarla sin conocimiento.
«No sabía que iba a pasar. Él quería violarme, pero cuando comenzó a agarrarme el cuello sentí mucho miedo», aseguró la joven durante su comparecencia en la corte penal.
La realidad británica
El comienzo de 2018 a Londres tampoco ha traído precisamente buenas nuevas. La noche de Año Nuevo se cerró con cuatro asesinato con arma blanca en menos de 24 horas. En 2017, esta cifra se eleva hasta los 80 muertos (26 de ellos, adolescentes). De hecho, en lo que va de año, van 16 asesinatos y los dos últimos tuvieron lugar en Camden, una zona de los más turística, en el espacio de una hora.
El Mundo ha narrado la historia de Abdikarim Hassan, el joven que fue asesinado cuando salía de una tienda cercana a su casa, en Bartholomew Road. Hassam fue apuñalado en el pecho con un cuchillo de grandes dimensiones, similar al que utilizaron los yihadistas en el atentado en el Puente de Londres.
Apenas una hora después, en Malden Road, moría acuchillado Sadiq Aadam, de 20 años, la tercera víctima mortal de una misma familia, pues meses antes fue asesinado su hermano, Mohamed Aadam, y su primo, Mohamed Abdullahi.
La principal hipótesis que manejan las autoridades es que se trata de un conflicto entre pandillas callejeras de la comunidad somalí de Camden. No obstante, los dos últimos asesinados eran estudiantes universitarios sin antecedentes penales. Por el momento, las autoridades se han limitado a repartir la responsabilidad: «Estamos ante un problema nacional que requiere una solución nacional», aseguró Khan en unas declaraciones que no mencionan los importantes recortes en el presupuesto de la policía o la desaparición de los agentes de las calles.
El pasado mes de octubre, The Guardian desveló que una joven de 17 años fue agredida sexualmente por tres hombres diferentes en el plazo de una hora. Según el informe de la policía británica, la víctima volvía a casa, después de pasar una noche con sus amigos al este de Londres, cuando fue abordada por los agresores.
La joven fue atacada por tres hombres diferentes entre las 11.55 pm del viernes 29 de septiembre hasta las 00.55 am del sábado 30 por tres hombres diferentes, el último de los cuales formaba parte de un grupo más numeroso.