El distrito de Steilshoop, en Hamburgo, se ha convertido en epicentro de un fenómeno que preocupa cada vez más a profesores y autoridades: el aumento del acoso escolar impulsado por jóvenes musulmanes. Según un informe elaborado por el concejal de la CDU Sandro Kappe y recogido por el diario Hamburger Abendblatt, los casos de presión religiosa, misoginia y exclusión están creciendo en las escuelas del distrito.
Entre los incidentes descritos figuran niños menospreciados por no ayunar durante el Ramadán, niñas insultadas por no llevar velo, y alumnos que rechazan recibir clases de música por considerarlas «haram«. En otros casos, padres musulmanes han impedido que sus esposas hablen en reuniones escolares, alegando motivos religiosos.
La situación ha generado alarma también fuera del entorno escolar. El concejal Mathias Rahn, de la CDU y residente en Steilshoop, alertó de un aumento de los grafitis antisemitas cerca de los centros educativos, señalando que «muchos casos individuales ya están formando un patrón».
Ante estos hechos, la CDU propuso una mesa redonda para reunir a escuelas, autoridades y sociedad civil con el fin de abordar el problema de forma conjunta. Sin embargo, la coalición semáforo (socialdemócratas, verdes y liberales) bloqueó la iniciativa en el comité regional de Bramfeld-Steilshoop-Farmsen-Berna. En su lugar, se limitaron a aceptar una propuesta alternativa: que un portavoz informe sobre el problema a la comisión principal, y que la administración estudie si deben tomarse medidas en otros distritos.
Otros diputados están reconociendo que el fenómeno no es exclusivo de Steilshoop. Casos similares se han detectado en otros puntos de Hamburgo, como Harburg, Mitte o Hummelsbüttel.
Así y según Apollo News, en una escuela de Berlín, alumnos se negaron a pintar huevos de Pascua mientras gritaban «haram«, y se han registrado denuncias de violencia, exclusión y falta de intervención por parte de la dirección. También se hizo público el caso de un profesor homosexual que fue acosado por estudiantes musulmanes hasta obligarlo a abandonar su puesto.
Pese a la gravedad de los hechos, las autoridades siguen evitando una respuesta firme. La propuesta de la CDU fue desestimada, y el acoso de corte islamista en las aulas continúa extendiéndose sin una estrategia clara para frenarlo.
