Alemania nacionalizó a más de 75.000 sirios sólo en 2023, una cifra que refleja el efecto acumulado de años de políticas migratorias laxas y una visión distorsionada del concepto de «refugiado». A finales de marzo de 2025, el Registro Central de Extranjeros registraba 968.899 ciudadanos sirios en el país, unos 4.000 menos que un mes antes. Esta reducción no responde a un giro en la política migratoria, sino, principalmente, a que miles de sirios han adquirido la ciudadanía alemana y, por tanto, han dejado de figurar como extranjeros, incluso si mantienen la doble nacionalidad.
Este proceso de naturalización ha crecido exponencialmente: en 2023, 75.485 sirios obtuvieron el pasaporte alemán, frente a los 48.000 de 2022. Muchos de ellos llegaron en la oleada de 2015 y 2016, y ahora disfrutan plenamente de los derechos de ciudadanía sin haber abandonado necesariamente sus vínculos con Siria, un país que supuestamente dejaron huyendo de la guerra.
Y es que el propio gobierno alemán está contemplando permitir que estos «refugiados» regresen temporalmente a Siria bajo una normativa conocida como «de retorno al país de origen», sin que ello afecte a su estatus de protección en Alemania. El plan desvelado por Junge Freiheit está siendo evaluado pese a la polémica que ha generado. La CSU, por ejemplo, ya ha advertido sobre los riesgos que implicaría autorizar viajes a un país cuya situación política y de seguridad aún es incierta.
Actualmente, y tras el derrocamiento de Bashar al-Assad en diciembre de 2024, Siria está gobernada por un ejecutivo de transición encabezado por el yihadista Ahmed al-Sharaa. Aunque el régimen anterior ha caído, las autoridades alemanas reconocen que la situación sigue siendo «tensa», lo que ha llevado a suspender la tramitación de nuevas solicitudes de asilo de ciudadanos sirios. No obstante, en el primer trimestre de 2025, 9.861 sirios han solicitado protección por primera vez en Alemania, lo que confirma que el flujo migratorio desde ese país continúa.
Paralelamente, la Oficina Federal de Migración y Refugiados (Bamf) ha informado de que más de 600 sirios han regresado a su país desde principios de año con apoyo gubernamental, en el marco de un programa federal-estatal que busca facilitar el retorno voluntario. Sin embargo, esta cifra apenas representa una fracción mínima del total de sirios que permanecen en territorio alemán.
Mientras tanto, el país sigue sumido en la contradicción: por un lado, mantiene suspendidas las decisiones sobre asilo por la falta de garantías en Siria, y por otro, estudia permitir que quienes han sido reconocidos como refugiados puedan volver allí… de vacaciones.