La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció en la Cumbre UE-Japón celebrada el pasado jueves el levantamiento de las restricciones a la importación de alimentos procedentes de Fukushima, impuestas tras el accidente nuclear ocurrido en la planta de Fukushima Daiichi en 2011. Este importante paso se basa en los resultados positivos de los controles realizados por las autoridades japonesas y los Estados miembros de la Unión Europea.
Desde el momento del desastre, la Unión Europea tomó medidas «para salvaguardar la salud humana ante la posible contaminación radiactiva de alimentos y piensos» importados de Japón. Se impusieron pruebas antes de la exportación de productos alimenticios para detectar cualquier rastro de radiactividad. Estas restricciones se han ido suavizando progresivamente en función de la disminución de los riesgos. La última revisión tuvo lugar en septiembre de 2021.
Stella Kyriakides, Comisionada de Salud y Seguridad Alimentaria de la UE, destacó la prioridad que se da a los estándares de seguridad alimentaria. «La UE tiene uno de los estándares más altos del mundo y defenderlos es clave en su trabajo», afirmó. Así, agradeció el compromiso y la cooperación de las autoridades japonesas y resaltó los resultados favorables de los controles realizados en los últimos años.
«En particular, se debe prestar atención al pescado, los productos de la pesca y las algas marinas cerca del lugar donde se liberó el agua de refrigeración contaminada», advirtió Kyriakides. Estos alimentos deben ser monitoreados en busca de radionucleidos, incluyendo el tritio. Es importante que el Gobierno japonés haga públicos todos los resultados obtenidos.
En contraste con la decisión de la UE, China ha prohibido recientemente la importación de alimentos provenientes de diez prefecturas japonesas como consecuencia de la liberación de agua «radiactiva» en el océano Pacífico
En concreto, la Oficina de Seguridad Alimentaria de Importación y Exportación de la Administración General de Aduanas del régimen de Xi Jinping ha manifestado en un comunicado que «la descarga de agua contaminada con energía nuclear desde Japón al mar se ha convertido en el foco de atención mundial y también ha causado que los consumidores chinos se preocupen por la seguridad de los alimentos importados de Japón«.
«La Aduana de China mantendrá un alto nivel de vigilancia, asumirá la responsabilidad absoluta de los consumidores nacionales como principio y tomará todas las medidas necesarias de manera oportuna según el desarrollo de la situación para garantizar la seguridad de los consumidores chinos en la mesa», añadió.
