Los gobiernos europeos han sido incapaces este viernes de sumar una mayoría suficiente ni a favor ni en contra de los aranceles al coche eléctrico importado de China, lo que devuelve a la Comisión Europea el poder para adoptar en los próximos días la decisión definitiva que haga permanentes las tarifas que la Unión Europea (UE) impone de manera provisional desde el pasado mes de julio.
En la votación, sólo cinco países han votado en contra de la propuesta de Bruselas de hacer permanente los gravámenes, entre ellos Alemania, que teme las consecuencias de una guerra comercial con Pekín. Además, según han informado diversas fuentes diplomáticas, España y otros once países se han abstenido; mientras que otros diez han votado a favor.
Para bloquear la decisión de Bruselas de seguir adelante con el gravamen requería un bloque de al menos 15 Estados miembros que representaran un 65% de la población.
Los expertos de los Veintisiete se han reunido en Bruselas para someter a votación la propuesta formal del Ejecutivo comunitario para consolidar los aranceles provisionales, sobre los que las reglas comunitarias obligan a tomar una decisión sobre si se vuelven permanentes antes del 30 de octubre.