Un reciente informe ha revelado que los inmigrantes de primera y segunda generación están sobrerrepresentados entre los condenados por delitos de violación en Suecia. Este estudio, llevado a cabo por un grupo de investigación de la Universidad de Lund, ha generado un intenso debate sobre el sistema judicial y las políticas de deportación del país.
El estudio, que abarca el periodo entre 2000 y 2020, concluyó que el 63,1% de las personas condenadas por violación, violación agravada o intentos de violación eran inmigrantes de primera o segunda generación. De estos, el 50,6% nacieron en el extranjero, aunque sólo representan el 18% de la población analizada. Según Ardavan Khoshnood, autor principal del informe, las diferencias no pueden explicarse completamente por factores como el nivel socioeconómico, la criminalidad previa o el abuso de sustancias.
Los investigadores categorizaron a las personas de origen inmigrante en tres grupos: quienes nacieron en el extranjero, quienes nacieron en Suecia con un padre inmigrante y quienes nacieron en Suecia con ambos padres inmigrantes. Los resultados mostraron que más de la mitad de las violaciones fueron cometidas por individuos nacidos fuera de Suecia, destacando la sobrerrepresentación de este grupo.
Paralelamente, el diario sueco Expressen investigó la cantidad de ciudadanos extranjeros condenados por violación en 2024 que fueron deportados. De un total de 118 personas condenadas sin ciudadanía sueca, sólo el 57,6% recibió una sentencia de deportación. El 42,4% restante permaneció en el país, ya sea porque los fiscales no solicitaron la deportación o porque los tribunales rechazaron las solicitudes.
En casi el 30% de los casos, los fiscales optaron por no pedir la deportación. Además, en muchos de estos, no se requirió la opinión escrita de la Agencia Sueca de Migración, un procedimiento que podría haber influido en las decisiones judiciales.
