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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El futuro sueco de la Francia de Macron

IMAGEN DE LA POLICÍA SUECA

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha destacado como ‘’verdadera fuente de inspiración’’ para su país el modelo sueco, durante una visita del primer ministro Stefan Löfven a París.

‘’Suecia ha sido capaz de desarrollar un modelo social sin traicionarlo, reconciliando un modelo competitivo con la justicia social’’, ha dicho el líder galo en una declaración tras su encuentro.

‘’Siempre he considerado lo que muchos llaman el ‘modelo sueco’ como una verdadera fuente de inspiración’’, ha continuado Macron, que también ha elogiado la política migratoria sueca: ‘’Suecia ha acogido a más de 160.000 refugiados en 2015, su llamamiento a la solidaridad ha sido escuchada en la UE’’.

Ambos mandatarios se han comprometido a impulsar la política migratoria de Bruselas, exigiendo a todos los Estados miembro que acojan a un número determinado de inmigrantes, y a liderar la lucha contra el cambio climático.

El modelo sueco que ensalza Macron

Solidaridad, respeto, ejemplo… Todos los calificativos pronunciados por Macron hacia el modelo sueco son positivos. Al igual que ocurre con la socialdemocracia europea, incluida la española, que siempre ha visto en el país escandinavo un ejemplo a seguir por su defensa del Estado del bienestar.

Pero, ¿sigue siendo Suecia un referente? A la luz de lo ocurrido en los últimos años, parece que el país ya no representa esa utopía socialdemócrata.

La sharía rige en zonas de Estocolmo

En Estocolmo ya hay 62 zonas declaradas peligrosas y tomadas por los inmigrantes. Lo dice el propio Gobierno del país en un estudio que refleja que a finales de 2016 el número de ‘no-go zones’ era 55.

Se trata de minicalifatos donde los inmigrantes imponen la sharía, establecen los códigos de vestimenta, acosan sexualmente a las mujeres e impiden la entrada a policías. El jefe de la policía de la capital sueca, Lars Alversjo, ha declarado que “hay niveles de violencia como nunca se han visto en el país y hay varias zonas de Estocolmo que están quedando fuera de la esfera del Estado”.


Pero no sólo Estocolmo es una ciudad sin ley. Uno de los guetos más famosos es Rosengård, en Malmo, la segunda ciudad de Suecia, donde este verano tuvo que entrar la policía para mediar en un tiroteo entre dos bandas. Jacob Ekström, agente de policía local, declaró al diario danés Den Korte Avis: «Estamos perdiendo el control. El último banco que había aquí cerró después de que entrara un cohete. La farmacia la han asaltado tantas veces que ha tenido que echar el cierre. También se ha ido la aseguradora. La policía, las ambulancias y los bomberos son siempre recibidos a pedradas».

La Policía está desbordada

En la modélica Suecia, las autoridades policiales ya han pedido más de una vez al Gobierno que aporte más medios ante la incesante violencia que se extiende en las calles de sus ciudades.

«Hemos tenido una gran cantidad de delitos graves y tiroteos en Estocolmo en los últimos días. Claro que es algo alarmante y muy serio», admitía el pasado marzo en rueda de prensa el jefe de la policía de la región de Estocolmo, Ulf Johansson.

Suecia ha registrado en los dos últimos años una escalada en el número de muertes por armas de fuego, un fenómeno que ha afectado, además de a Estocolmo, a las otras dos grandes ciudades del país –Gotemburgo y Malmo– y que los expertos policiales vinculan con el aumento de armas ilegales en el mercado y con el tráfico de drogas.

El aumento de las violaciones

Les costó reconocerlo pero no tuvieron más remedio que hacerlo: el número de violaciones se ha incrementado. «Recientemente se ha diseminado información simplista y a veces completamente inexacta sobre Suecia y la política de inmigración sueca», aseguraba en febrero el el Ministerio de Exteriores del país.

«En términos generales, la violencia ha disminuido en Suecia en los últimos 20 años» explicaba en relación a la delincuencia común, antes de reconocer que las violaciones sí se han incrementado y de pedir que se valore ese dato con precaución.

«El número de denuncias por violación en Suecia ha aumentado. Pero la definición de violación también se ha ampliado con el paso de los años, lo que hace difícil comparar las cifras», se señala en la página.

El último caso ha tenido lugar este fin de semana en un festival de música, donde cuatro menores han sido violadas. Como era de esperar, las autoridades se han negado a ofrecer datos sobre los agresores.

Las identidades protegidas a yihadistas

Cientos de ciudadanos originarios de Suecia que han retornado de Siria e Irak tras luchar en las filas del ISIS están siendo protegidos por el Gobierno. Las autoridades del país están facilitándoles ”identidades protegidas” para pasar desapercibidos y no ser ‘estigmatizados’ por la sociedad.

La mayoría de los retornados mantienen un perfil bajo una vez regresan a Suecia, ya que las imágenes de muchos de ellos han sido publicadas en medios de comunicación.

Muchos de ellos, según publicó el diario Expressen, han cometido atrocidades mientras se encontraban en Oriente Medio y han decidido regresar a su país de origen, donde han sido recibidos con los brazos abiertos por las autoridades.

El Gobierno feminista

Pero qué más da todo lo anterior si Suecia puede presumir de tener un Gobierno feminista. Bueno, feminista dependiendo del momento.

Quedará en la retina de todos el gesto de sumisión de todas las representantes del Gobierno sueco tapándose con un pañuelo durante una recepción en Irán. Ni Angela Merkel, ni Theresa May, ni tampoco la exprimera dama Michelle Obama. Ninguna de ellas vistió el velo islámica durante sus visitas a Riad.

Estos son algunos ejemplos de la modélica Suecia. La inspiración de Macron y la guía para sus políticas en Francia. ¿Estarán de acuerdo sus ciudadanos? A la luz de las encuestas, la estrella ‘En marcha’ parece estar perdiendo brillo.

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