«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Defienden que los extranjeros «están sobrerrepresentados» en los índices de criminalidad

Dinamarca empezará a deportar a los inmigrantes ilegales que sean condenados a prisión

Inmigrantes ilegales en el transporte público de Dinamarca. Redes Sociales

Dinamarca endurecerá su política migratoria con una medida contundente: los inmigrantes ilegales que cometan delitos serán deportados automáticamente tras cumplir sus penas de prisión. El anuncio, realizado por el ministro de Inmigración, Kaare Bek, busca reforzar la seguridad pública y responder a las preocupaciones sobre la criminalidad vinculada a ciertos grupos de inmigrantes.

Bek argumentó que «los extranjeros están sobrerrepresentados en las estadísticas de criminalidad y a menudo están involucrados en delitos graves, como los cometidos por bandas organizadas». Según el ministro, esta situación no puede ser tolerada, ya que socava la seguridad y el bienestar de la sociedad danesa. La nueva política tiene como objetivo enviar un mensaje contundente: quienes no cumplan las leyes de Dinamarca no tendrán cabida en el país.

El gobierno ha asegurado que la medida cumple con las normativas internacionales y los principios de derechos humanos. Sin embargo, se implementará con firmeza para garantizar su eficacia. «Es una decisión que protege a los ciudadanos daneses y refuerza la idea de que la ley debe ser respetada por todos», subrayó Bek.

La iniciativa ha generado un intenso debate en Dinamarca. Grupos de derechos humanos han expresado su preocupación, calificándola de discriminatoria y de riesgo para la integración de los inmigrantes. Argumentan que esta política podría crear un clima hostil para los extranjeros y dificultar su inclusión en la sociedad. Por otro lado, los defensores de la medida consideran que es una acción necesaria para garantizar el orden y preservar la seguridad en el país.

Este endurecimiento marca un cambio significativo en las políticas de inmigración de Dinamarca, con posibles repercusiones en la percepción y trato hacia los inmigrantes en general. Además, subraya la intención del gobierno de priorizar la protección de los ciudadanos frente a los desafíos relacionados con la criminalidad. Mientras el debate continúa, esta decisión representa un paso decisivo en la dirección de una política migratoria más estricta que podría acabar llegando a más países de Europa.

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