El cardenal alemán Gerhard Ludwig Müller ha arremetido contra la inmigración masiva porque, según entiende, puede llegar a ser un problema para los países occidentales. En unas declaraciones a un medio local, recogidas por LA GACETA, el cardenal ha explicado que «la inmigración masiva no trata de ayudar a la gente, sino de destruir la identidad nacional».
Sobre este peligro, monseñor Müller ha ahondado en la idea de las raíces: «Quieren que todo el mundo esté completamente aislado y no conectado por la lengua, la cultura, los lazos familiares o una tierra natal en la que te sientas como en casa». Un riesgo que dejaría al hombre sólo en una sociedad líquida. «Quieren que todo el mundo esté atomizado, sin raíces ni identidad culturales y religiosas», ha añadido.
En la misma línea, el prelado alemán ha rebatido la idea de que defender las raíces suponga caer en el nacionalismo: «Dicen que la identidad nacional es el nacionalismo, que ha causado todas las guerras, así que dicen que están contra el nacionalismo, pero en realidad están contra la nación». «Si el nacionalismo es la razón de las guerras, debemos preguntarnos quién las financia y qué intereses hay detrás», ha zanjado.
En un sentido parecido se pronunció hace tiempo el cardenal Robert Sarah. El purpurado africano, que ha denunciado el declive de la civilización occidental, explicó: «Temo que Occidente muera. Hay muchas señales. Estáis invadidos, todavía, por otras culturas y pueblos, que os dominarán progresivamente por su número y cambiarán vuestra cultura, vuestras convicciones, vuestra moral».
