El globalista Donald Tusk, al frente de su «coalición Frankenstein», se está dando prisa por deshacer todo lo que había hecho de Polonia un baluarte contra la locura progresista que predomina en la Unión Europea.
Lo último ha sido dar un paso significativo para flexibilizar sus estrictas leyes sobre el aborto. Una comisión parlamentaria recomendó «despenalizar» el aborto dentro de las primeras 12 semanas de embarazo.
El antiguo partido gobernante Ley y Justicia (PiS) endureció las normas sobre el aborto en Polonia hasta una prohibición casi total en 2020, permitiendo el procedimiento sólo en casos de violación o incesto, o si la vida de la mujer estaba en peligro. Pero el nuevo gobierno encabezado por Tusk se ha esforzado por orientar las leyes del país en una dirección más «progre», incluida la flexibilización de las normas sobre el aborto.
En abril, el Parlamento envió cuatro propuestas contrapuestas sobre cómo flexibilizar las leyes sobre el aborto a una comisión especial de legisladores encargada de llegar a un compromiso. Hoy, el comité adoptó una de las propuestas y recomendó que el Parlamento «despenalice» completamente la asistencia al aborto dentro de las primeras 12 semanas. El Parlamento polaco considerará esta propuesta a finales de este año.
