El Gobierno de Viktor Orbán ha decidido endurecer los requisitos para el nombramiento de los directores de las instituciones de protección infantil. El jefe de la Oficina del primer ministro reiteró el «énfasis excepcionalmente alto» en los últimos 14 años para apoyar a las familias y proteger a los niños durante los últimos 14 años.
El Ejecutivo siempre recuerda que Hungría «está comprometida con la protección de los niños» y que el derecho a la educación moral de los niños «pertenece exclusivamente a los padres».
Así, Gergely Gulyás insistió que el Gobierno apoyó «más que nadie» a las familias al introducir medidas como subsidios para la compra de viviendas, recortes de impuestos, etc; impulsó la ley de protección infantil más estricta de Europa; y endureció las disposiciones en el código penal sobre la pedofilia; y creó un registro de delincuentes pedófilos para que las autoridades puedan monitorizarles una vez que hayan cumplido su condena.
Asimismo, recordó que el primer ministro, Viktor Orbán, presentó una enmienda a la Ley Fundamental para garantizar que «no haya piedad» para quienes cometen delitos contra menores y señaló que el Ejecutivo quiere introducir una evaluación psicológica, una investigación exhaustiva y una evaluación integral de la confiabilidad de un candidato antes de nombrar líderes en este tipo de instituciones.
La pasada semana, en el discurso sobre el «Estado de la Nación», Orbán dijo que «es necesario reforzar el sistema húngaro de protección de la infancia». «Es necesario revisarlo y complementar las normas jurídicas que sirven para proteger a nuestros niños (desde la Constitución hasta los decretos ministeriales)».
«La terrible experiencia de las víctimas nos impone obligaciones. Nos obliga a fortalecer la gestión y supervisión de nuestras instituciones de protección infantil, así como las normas y restricciones aplicables a las personas que trabajan allí. Y debemos presentar todo esto a la Asamblea Nacional en forma de un nuevo paquete legislativo de protección infantil», manifestó.
