El Kremlin se ha negado por ahora a reanudar las actividades del llamado Consejo Rusia-OTAN, el mecanismo ahora mismo suspendido que se encargaba de dirimir las habituales fricciones entre el Gobierno ruso y la Alianza Atlántica, al interpretar que el bloque está en guerra con su país por el respaldo que proporciona a Ucrania durante la guerra.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha reaccionado en estos términos a la publicación de una información de la agencia Bloomberg que apuntaba una oferta de Estados Unidos a Rusia para reanudar las actividades de este mecanismo, suspendido en 2022 con el comienzo de la invasión rusa de Ucrania. «Por la parte que nos toca no hemos recibido propuestas sustanciales al respecto, pero está claro que ahora mismo es muy difícil hablar de una reanudación de algún tipo de asociación».
Peskov, sin embargo, no ha cerrado la puerta a la necesidad de entablar otro tipo de foro de diálogo con Europa. «Tenemos que discutir cuestiones sobre la seguridad y la estabilidad en el continente europeo, y tenemos que hacerlo lo antes posible», ha declarado el portavoz del Kremlin. La reanudación de este consejo forma parte de uno de los distintos planes de paz que baraja Estados Unidos.
