El proyecto de ley de presupuestos del partido húngaro Fidesz para el año 2026 se ha elaborado «en nombre de la estabilidad económica, el bienestar social y la confianza en el futuro», ha manifestado Erik Bánki, portavoz del partido húngaro liderado por Viktor Orbán.
Bánki señaló que el presupuesto tiene como objetivo «garantizar una oportunidad para que todos prosperen» y que la «mayor pregunta para 2026» es «si el dinero de los húngaros se enviará o no a Ucrania». «La burocracia de Bruselas y la mayoría del Parlamento Europeo están dispuestos a obligar a los países europeos a armar a Ucrania y a darle apoyo financiero», reiteró. Sin embargo, el presupuesto del próximo año «pretende gastar los recursos de Hungría en las familias húngaras en lugar de en Ucrania», añadió, calificando el proyecto de ley de «presupuesto antibélico» que «pone a las familias húngaras en primer lugar».
Hungría implementará el mayor programa de recortes de impuestos de Europa en beneficio de las familias húngaras. Además, se aplicará un aumento del 13% al salario mínimo en la administración pública, mientras que los salarios de los empleados municipales aumentarán un 15%. El gasto en defensa fronteriza y protección contra la inmigración ilegal ascenderá al equivalente al 2% del PIB.
Y priorizará la defensa de la familia. El Gobierno de Orbán ha construido uno de los sistemas de apoyo familiar más sólidos de Europa. «Se abrieron miles de nuevas plazas en guarderías y se brindó a las familias un apoyo sin precedentes para construir hogares, futuros y sueños. Las tasas de matrimonio se dispararon a niveles nunca vistos en décadas. El número de abortos se redujo drásticamente. La confianza para formar una familia regresó, y el declive demográfico de Hungría comenzó a desacelerarse. La política familiar húngara ya no es un experimento local, sino un modelo que otros siguen con creciente interés», concluye.