El Partido Laborista de Reino Unido quiere reformar y modernizar las leyes de reconocimiento de género que existen en el país pero mantendrá, como hasta ahora, la exigencia de un diagnóstico médico para poder obtener un «certificado de reconocimiento de género». Eso sí, reducirá el panel de expertos encargado de emitir ese diagnóstico a un único médico que será el que deba emitirlo.
«El requisito de obtener un diagnóstico médico de disforia de género sigue siendo una parte importante para acceder a un certificado de reconocimiento de género(…). Requerir un diagnóstico mantiene la legitimidad de las solicitudes y la confianza en el sistema», ha asegurado la diputada laborista y secretaria de Estado en la sombra para la mujer y la igualdad del trabajo, Anneliese Dodds, en un artículo de opinión publicado en The Guardian.
Sin embargo, ha considerado que el actual proceso, que requiere de un panel de médicos independientes y anónimos que emita el diagnóstico «es degradante para las personas trans y carece de sentido en la práctica», por lo que cree que «un diagnóstico proporcionado por un médico, con un registrador en lugar de un panel, debería ser suficiente».
Dodds se ha pronunciado así en referencia a la ley trans que el Ejecutivo de Nicola Sturgeon quiso aprobar en Escocia antes de que se viese abocada a su dimisión y que proponía, entre otras cosas y como sucede en España, que no sea necesario el diagnóstico de un profesional para obtener el «reconocimiento de género».
«El año pasado, el enfoque arrogante del Partido Nacional Escocés para reformar las leyes de reconocimiento de género parecía tener más que ver con pelear con Westminster que con lograr un cambio significativo. Las salvaguardas que se propusieron para proteger a las mujeres y las niñas de los depredadores que podrían abusar del sistema simplemente no estaban a la altura. Como resultado, el gobierno escocés todavía está recogiendo las piezas, y los derechos de las personas trans no avanzan más», ha criticado Dodds.
Sin embargo, la propuesta de un único médico no ha sido recibida con buenos ojos por el colectivo trans, que está a favor de que se elimine ese requisito que consideran «invasivo», pero tampoco por los conservadores que creen que esto puede permitir que los solicitantes acudan a una de las muchas clínicas privadas de género que hay en el Reino Unido y paguen unos cientos de libras para obtener un diagnóstico.
Por otro lado, la diputada laborista ha insistido en que «se necesita reconocer que el sexo y el género son diferentes, como lo hace la Ley de Igualdad», pero sin que eso implique que se compartan todos los espacios. «Nos aseguraremos de que nada en nuestro proceso modernizado de reconocimiento de género anule las exenciones de un solo sexo en la Ley de Igualdad. En pocas palabras, esto significa que siempre habrá lugares donde sea razonable que solo las mujeres biológicas tengan acceso«, ha dicho Dodds.
La diputada laborista ha respondido así a las declaraciones del nuevo vicepresidente del Partido Conservador, Lee Anderson, quien ha asegurado que los conservadores deberán centrar el debate de las próxima elecciones generales «en los derechos de las personas trans y otros asuntos de la batalla cultural».
La secretaria de Estado en la sombra para la mujer sigue así la línea que ya marcó en marzo Keir Starmer, líder de los laboristas, cuando mostró su rechazo a la ley trans de Sturgeon que le costó el puesto de ministra principal de Escocia.
Anteriormente, Starmer había prometido reformar la Ley de Reconocimiento de Género (GRA) para permitir que las personas trans de Gran Bretaña decidiesen sobre su género de manera independiente.
