El presidente de Polonia, Andrzej Duda, ha aseverado este miércoles que no tomará ninguna «decisión precipitada» y ha rechazado la posibilidad de poner fin al mandato de más de medio centenar de embajadores, una propuesta adelantada la semana pasada por el Gobierno de Donald Tusk (apoyado por populares, socialistas y algunos diputados comunistas).
«No he recibido formalmente ninguna solicitud de retirada. Pero puedo anunciar de antemano que no tomaré una decisión precipitada», ha aseverado Duda durante una rueda de prensa con su par eslovena, Natasa Pirc Musar, en Liubliana.
El jefe de Estado polaco ha recordado que, de acuerdo con la Convención de Viena, que regula las relaciones diplomáticas, es competencia del presidente el nombrar a los embajadores, si bien ha reconocido que es un proceso que se lleva a cabo «en consulta» con el primer ministro y el encargado de Exteriores.
El Gobierno de Polonia anunció la semana pasada su intención de reemplazar a más de medio centenar de embajadores y que retirará a una docena de representantes diplomáticos designados por el anterior Ejecutivo liderado por Mateusz Morawiecki.
Las relaciones entre Tusk, que ha orquestado una gran persecución a la oposición conservadora, y Duda ponen en peligro esta «represalia» en las embajadas. El ministro de Exteriores, el globalista Radoslaw Sikorski, afirmó que algunos embajadores designados por el anterior Ejecutivo representan al partido Ley y Justicia.