El Servicio Nacional de Salud británico (NHS) implantará un nuevo protocolo que obligará a examinar a todos los menores que se identifiquen como transgénero en busca de autismo y otras condiciones neuropsiquiátricas, como el TDAH, según ha revelado The Telegraph.
Cada niño remitido a una clínica de género será «evaluado para detectar condiciones del neurodesarrollo», una medida que responde a las recomendaciones de la revisión dirigida por la pediatra Hilary Cass, que concluyó que los trastornos mentales son desproporcionadamente comunes entre los jóvenes con disforia de género.
Los médicos también evaluarán la salud mental de los menores, su entorno familiar y su desarrollo sexual, incluida la atracción por personas del mismo sexo. El objetivo es sustituir el antiguo «modelo médico» operado por el controvertido Servicio de Desarrollo de Identidad de Género de Tavistock.
Las nuevas directrices estarán abiertas a consulta pública antes de su implantación definitiva a finales de este año, y serán aplicadas en las clínicas de género infantil de Londres y Manchester.
El nuevo servicio analizará ocho áreas clave de la vida del niño, evaluando su desarrollo social, cognitivo y físico, en especial debido a los «sustanciales cambios» que se producen durante la pubertad. También examinarán la existencia de discapacidades de aprendizaje y determinarán si son necesarias evaluaciones cognitivas adicionales.
«Dada la alta prevalencia de neurodiversidad identificada en esta población, todos los que acudan al Servicio de Género para Niños y Jóvenes del NHS deben recibir un cribado para detectar condiciones del neurodesarrollo», establece el protocolo.
Un «equipo multidisciplinar» de expertos, que incluirá un consultor especializado en trastornos del neurodesarrollo, elaborará un plan de tratamiento individualizado. Si el cribado detecta autismo u otra condición similar, se derivará al menor a servicios especializados. Los médicos deberán discernir si los síntomas del niño derivan del autismo o si precisan atención específica para la disforia de género.
En los últimos años, tanto los casos de disforia de género como de autismo se han disparado. La tasa de confusión de género en menores de 18 años pasó de 0,14 por cada 10.000 personas en 2011 a 4,4 en 2021, especialmente entre chicas adolescentes. A su vez, el autismo, que se diagnosticaba en uno de cada 2.500 niños hace dos décadas, ahora afecta a uno de cada 34 en edades de diez a 14 años.
El análisis incluirá además el contexto familiar, ya que existe una mayor incidencia de problemas de salud física y mental en las familias de estos menores. Asimismo, se investigará la orientación sexual de los jóvenes, su posible exposición a traumas y su rendimiento académico.
El profesor Michael Craig, exdirector de la Unidad Nacional de Autismo del NHS, estimó que hasta la mitad de los pacientes tratados en la clínica Tavistock eran autistas.
