El Centro de Derechos Fundamentales, una institución de pensamiento húngara fundada en 2013 y que este año inauguró su oficina de Madrid, celebró este jueves en la capital de España un encuentro titulado ¿La hora de los patriotas? Nuevo partido, nueva esperanza, en el que participaron el eurodiputado de VOX Hermann Tertsch, el eurodiputado húngaro Ernő Schaller-Baross y el eurodiputado de CHEGA António Tânger Corrêa, y enmarcado en el avance de los partidos y las fuerzas soberanistas y patriotas en todo Occidente.
El director general del think tank, Miklós Szánthó, señaló que la creación del nuevo partido Patriotas, del que es presidente Santiago Abascal, era un «acontecimiento histórico» y denunció que el Parlamento Europeo se ha convertido «en un manicomio donde los internados han tomado el control y conforman una coalición (entre los populares y los socialistas). Patriotas, hoy tercer grupo más numeroso, busca «exportar el sentido común» a Bruselas, declaró.
En su intervención, manifestó que Occidente «está sumido en una profunda crisis institucional y moral». «La posmodernidad ha socavado la cultura occidental», dijo. Así, denunció que la inmigración masiva y descontrolada es «perjudicial en cualquier circunstancia» y recordó que tanto el regreso de Donald Trump a la Presidencia de EEUU como el ascenso de los patriotas en Europa son «una oportunidad histórica para salvar el alma de Occidente». «Nuestra misión es fortalecer la unidad y lanzar una ofensiva contra la secta ultraprogresista y woke«.
En el coloquio, moderado por Ricardo Ruiz de la Serna, jefe de Estudios de la Fundación Disenso, Hermann Tertsch insistió en denunciar la «estafa» del Partido Popular, una formación que se dedica a «recolectar el voto de derechas para revertirlo en un proyecto común de izquierdas» y denunció que hoy en la UE «se utiliza la ideología (progresista) para liquidar al individuo y hacerlo domesticable».
Sobre el avance de los patriotas, Tertsch aseveró que «se ha roto el consenso social» que populares y socialistas creían «irreversible»; y recordó que el socialismo es «un fracaso porque amputa la vocación del individuo de progresar», una vocación que se produjo en la URSS y que se ve ahora en Europa. «Lo nuestro no es resistir, es una ofensiva. Vamos a reconstruir todo lo que han destruido».
Por su parte, Schaller-Baross incidió en el «miedo» de los socialistas y de los comunistas al avance patriota gracias al liderazgo de Abascal y Orbán, y auguró que en los próximos cinco años pueden ser la segunda o incluso la primera fuerza del Parlamento Europeo. Y Tânger Corrêa reiteró que la lucha hoy es «entre totalitarismo y libertad»; tildó de «pacto negro» el Pacto Verde que impone restricciones que arruinan al campo europeo y a la industria, e insistió en la fuerza de los patriotas entre los jóvenes: CHEGA es el partido al que más votan hasta los 21 años. «La gente se está dando cuenta de que el cambio es necesario y tenemos que ser capaces de aceptar este reto. Si nosotros no podemos ahora… nadie podrá», concluyó.
