«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
correspondiendo también a las flotas andaluzas, gallegas y canarias

El TJUE tumba los acuerdos de agricultura y pesca entre Bruselas y Marruecos que arruinan al campo español

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Europa Press

El Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) ha tumbado los acuerdos comerciales de agricultura y pesca entre Bruselas y el Reino de Marruecos por considerar que ambos se celebraron sin el consentimiento del pueblo del Sáhara Occidental. La aplicación de este protocolo afecta especialmente a España ya que 92 de las 138 licencias que faenan en la zona corresponden a su pabellón, en concreto, a las flotas andaluzas, gallegas y canarias.

La serie de recursos de anulación para impugnar ambos acuerdos fue presentado por el Frente Polisario, que afirma representar al pueblo del Sáhara Occidental y denunció que se había celebrado sin el consentimiento de estos. De esta manera, la sentencia constata que ese consentimiento no existe y considera al Frente Polisario como un interlocutor privilegiado en el marco del proceso y que cumple los requisitos para poder impugnar estos acuerdos en interés del pueblo saharaui.

Al respecto, el Tribunal de Justicia reconoce que estos acuerdos no crean obligaciones jurídicas que recaigan sobre el pueblo del Sáhara Occidental, pero tampoco le confieren ningún derecho ni ventaja sobre la explotación de sus recursos. De esta manera, el consentimiento no puede presumirse, sumado a que el Frente Polisario, en calidad de representante legítimo de dicho pueblo, se opone a los acuerdos, lo que a juicio del TJUE basta también para cuestionar la existencia del consentimiento.

En base a los mismos principios, el Tribunal de Justicia se ha pronunciado también sobre una cuestión prejudicial francesa acerca de la problemática del origen de los melones y tomates del Sáhara Occidental y dicta que su etiquetado debe indicar únicamente el Sáhara Occidental como país de origen de esos productos, excluyendo cualquier referencia a Marruecos, para evitar inducir a error al consumidor sobre su verdadero origen.

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