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'estoy aquí hoy porque no llamaría niña a un niño'

Encarcelan a un profesor irlandés por negarse a utilizar los pronombres trans

El profesor Enoch Burke. Twitter: @Enochburke
El profesor Enoch Burke. Twitter: @Enochburke

Enoch Burke, un profesor de secundaria en Irlanda, pasó el lunes su primera noche en la prisión de Mountjoy tras negarse a utilizar el pronombre «they» («elle» en español woke) para dirigirse a un alumno transexual. «Amo mi escuela, pero estoy aquí hoy porque no llamaría niña a un niño«, explicó Burke mientras era dirigido a la cárcel.

El pasado mes de mayo el citado alumno y sus padres, que habían llegado a un acuerdo con la dirección del centro, solicitaron al maestro que se dirigiera a él con los pronombres «adecuados». Pero Burke se negó a aceptarlo alegando, entre otras causas, sus convicciones cristianas, lo que provocó que el colegio abriese un expediente disciplinario y le suspendiese de sus funciones como profesor.

Sin embargo, el maestro siguió acudiendo a la escuela, por lo que el colegio consiguió que un juez emitiera una orden impidiéndole ir al instituto. Aún así, Burke se presentó allí el pasado viernes y el juez del condado de Westmeath, Michael Quinn, emitió una orden de arresto acusándole de desacato y el lunes fue detenido por la Policía.

«Es una locura que me lleven de esta sala a una celda, pero no renunciaré a mis creencias cristianas (…) Es extraordinario y reprobable que las creencias religiosas de alguien puedan ser tomadas como base para una acusación de mala conducta», expresó tras el fallo emitido por el juez.

Ante las críticas de quienes han justificado que se le encarcelase por seguir acudiendo al instituto, Burke argumentó que cumplir la orden judicial supondría una «violación de su conciencia» ya que un profesor sólo puede ser suspendido por alguna acción grave, y él no reconoce haberla cometido por lo que su deber, asegura, era seguir acudiendo al centro. 

El caso de Burke se asemeja a la de la profesora Pamela Ricard en Topeka (Kansas, EEUU), que ha ganado su juicio y recibirá 95.000 dólares en compensación de daños y prejuicios tras una larga batalla legal por negarse a usar en clase los pronombres trans. 

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