España ya importa más electricidad de Francia de la que exporta, marcando un cambio significativo respecto a los años anteriores. Según datos de Red Eléctrica, en 2024 el saldo comercial con el país galo ha sido importador, alcanzando los 2.104 GWh. En detalle, España adquirió 8.780 GWh de electricidad a Francia mientras que únicamente exportó 6.676 GWh, una cifra que representa la mitad de lo enviado hace dos años.
Este cambio se debe, en gran parte, a los bajos precios de la energía nuclear francesa, que han convertido a Francia en el principal exportador eléctrico de Europa, según avanza El periódico de la energía. Su energía atómica no solo abastece a España, sino también a países como Alemania e Italia. Esta situación contrasta con el excepcional año 2022, cuando España, gracias al tope al gas, exportó 13.379 GWh a Francia, una cifra que no se ha vuelto a alcanzar.
A pesar del balance negativo con Francia, España se mantiene como exportador neto de electricidad a nivel global gracias a su sólida producción renovable. Las interconexiones internacionales españolas registraron un saldo total importador de 9.633 GWh. Sin embargo, gran parte de la electricidad generada en España se destinó a países vecinos como Portugal, al que se enviaron 8.968 GWh, y Marruecos, con 2.561 GWh exportados. En menor medida, Andorra adquirió 208 GWh.
En el caso de Portugal, las cifras son especialmente significativas, ya que más del 15% de la electricidad consumida en el país vecino provino de España. En total, se enviaron más de 13 TWh hacia Portugal, mientras que España compró 3.787 GWh de los lusos. Por otro lado, en la conexión con Marruecos, solo un 8,5% de la energía que circula por la interconexión se dirige hacia España, ya que el resto es exportado al país magrebí.
En términos globales, España mantiene un 63% de exportaciones y un 37% de importaciones de la energía intercambiada a través de sus fronteras. Este equilibrio subraya el papel clave de las energías renovables en el sistema eléctrico español, que ha permitido al país seguir siendo un actor relevante en el comercio energético, a pesar de la recuperación de la competitividad francesa.