«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Orbán rechaza el plan de Bruselas: 'La inmigración es un asunto nacional'

«La migración no es un asunto de derechos humanos, sino de seguridad nacional», opinó Orbán.


El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, advirtió de que su país «no apoyará» un presupuesto comunitario que ahorre dinero en ayudas al sector agrícola o en los fondos de cohesión «para dárselo a los países que dejaron entrar a los inmigrantes».
En declaraciones a la radio pública Kossuth, Orbán destacó el rechazo categórico de Hungría a que la Unión Europea (UE) destine fondos comunitarios a los inmigrantes económicos.
«Pensamos que no habría que dar un solo centavo a los inmigrantes. Eso debe ser solucionado por los presupuestos de cada uno (de los países miembros)», declaró el jefe de Gobierno.
Con respecto al presupuesto de la UE para el periodo 2021-2027 propuesto por la Comisión Europea, subrayó que Budapest no apoyará que disminuyan los apoyos a la agricultura, las políticas regionales o los fondos destinados a la investigación.
En este contexto, recordó que el presupuesto debe ser aprobado con el apoyo unánime de todos los socios.
«Hasta que los húngaros no lo digan, no habrá presupuesto», sentenció el primer ministro.
El partido de Orbán, el conservador Fidesz, triunfó en las elecciones del 8 de abril pasado con una amplia mayoría y su tercer Gobierno consecutivo se constituirá en las próximas semanas.
En relación con las políticas que tiene previsto desarrollar en el futuro, reiteró que no cree en el liberalismo y que quiere defender los valores democristianos.
«No somos liberales y no construimos una democracia liberal, sino una democristiana. Estamos haciendo esfuerzos en construir una democracia que tiene sus raíces en las tradiciones europeas», explicó.
El primer ministro prometió que entre las primeras medidas que adoptará el nuevo Parlamento, donde su partido contará con un apoyo de dos tercios de los escaños, habrá una enmienda constitucional contra la reubicación de refugiados y una ley que limita el funcionamiento de las ONG.
En 2016, el Gobierno de Orbán propuso reformar la Constitución del país para prohibir por la llegada de refugiados al país sin el permiso explícito del Parlamento.
Orbán espera poder aprobar ahora ese proyecto, que fracasó entonces por no tener el apoyo de la mayoría de dos tercios de los diputados, requerida para cambiar leyes constitucionales.
«La migración no es un asunto de derechos humanos, sino de seguridad nacional», opinó al justificar su postura.
La sesión constituyente del nuevo Parlamento húngaro está prevista para el próximo día 8.

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