«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Comisión alienta un sistema de tránsito fronterizo monetizado

Inmigrantes de origen sirio pagan más de 8.000 euros por entrar ilegalmente en Europa con el permiso de populares y socialistas

El presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Europa Press

Una reciente operación policial en Bulgaria, apoyada por Europol, ha desmantelado una red criminal que traficaba con inmigrantes, principalmente sirios, desde Turquía hacia Europa Occidental. Con 18 detenidos, incluido un objetivo de alto valor. Los detalles de la operación, a los que ha tenido acceso LA GACETA, revelan no sólo la sofisticación de estas organizaciones delictivas, sino también el desorbitado coste económico que llegan a pagar los inmigrantes ilegales para entrar ilegalmente en Europa, un sistema que, lejos de ser una vía de salvación para los más necesitados, se ha convertido en un privilegio para quienes pueden pagarlo.

Según Europol, los inmigrantes ilegales pagaban entre 2.000 y 2.500 euros para cruzar desde Siria a Turquía, y entre 5.000 y 6.000 euros adicionales para llegar a la Unión Europea a través de los Balcanes. Estas cifras astronómicas, que en total pueden superar los 8.000 euros por persona, evidencian un sistema de tránsito fronterizo monetizado, donde el acceso a Europa está reservado para quienes tienen un alto poder adquisitivo. Así, los inmigrantes que realmente necesitan huir de conflictos, persecuciones o extrema pobreza suelen quedarse atrás, atrapados en sus países de origen, mientras aquellos con recursos económicos logran avanzar en la carrera hacia Europa.

Los Balcanes y el largo camino hacia España

La red desmantelada en Bulgaria, compuesta por ciudadanos búlgaros, rumanos y sirios, utilizaba métodos sofisticados, como furgonetas, camiones, caravanas turísticas e incluso plataformas de asistencia de automóviles, para trasladar a los inmigrantes ilegales a través de las fronteras. Los Balcanes, como puerta de entrada a Europa, son un punto crítico en esta ruta, pero el viaje no termina allí. Muchos de estos inmigrantes, tras cruzar esta región, continúan realizando nuevos cruces transfronterizos, moviéndose por múltiples países hasta llegar a destinos como Alemania, Francia o España.

En España, la entrada ilegal de inmigrantes ilegales, especialmente de origen sirio, ha experimentado un aumento exponencial en los últimos años, tanto por vías marítimas —a través del Mediterráneo— como terrestres, utilizando rutas que conectan los Balcanes con Europa Occidental. Según fuentes de Europol, las autoridades españolas reportan un incremento alarmante en los intentos de entrada ilegal de este tipo de perfiles desde el sur de Francia.

Inmigrantes ilegales con alto poder adquisitivo

El elevado coste de la inmigración ilegal pone de manifiesto que el sistema actual, lejos de proteger a los más vulnerables, favorece a quienes tienen los medios para pagar sumas exorbitantes, algo que ocultan deliberadamente numerosas organizaciones humanitarias. Según fuentes policiales, las redes de tráfico humano han convertido la inmigración ilegal en un lucrativo negocio, donde los más necesitados —familias sin recursos, personas desplazadas por conflictos o víctimas de persecución— son sistemáticamente excluidos. Mientras tanto, aquellos con mayor capacidad económica logran sortear las barreras, perpetuando una forma de selección basada en la riqueza.

Esta dinámica no sólo cuestiona la moralidad de un sistema que monetiza la desesperación, sino que también pone en jaque la seguridad y la cohesión de los países europeos. La inmigración ilegal y descontrolada, alimentada por redes criminales, genera tensiones sociales, satura los servicios públicos y dificulta la integración de los recién llegados, al tiempo que deja en el abandono a quienes más necesitan protección.

El papel de Europol

La operación en Bulgaria, coordinada por la Fiscalía de Burgas y apoyada por agentes de Grecia, Rumanía, Moldavia y EUROPOL, destaca la importancia de la cooperación internacional para desarticular estas redes. Europol desplegó expertos con herramientas especializadas para verificar datos en tiempo real, lo que permitió un intercambio fluido de inteligencia entre las autoridades.

La inmigración ilegal no es sólo un desafío logístico, sino un reflejo de un sistema roto que beneficia a las mafias y a los privilegiados, mientras condena a los más necesitados a permanecer en la miseria.

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