«Que decidan libremente los partidos si quieren dar plenos poderes a un nuevo gobierno o prefieren ir a elecciones el próximo julio o en otoño», ha dicho el presidente italiano.
«No podemos esperar más», ha anunciado el presidente italiano Sergio Mattarella, tras tantas semanas de intentar formar algún gobierno de coalición a partir de los resultados de las elecciones del pasado 4 de marzo.
Mattarella ha decidido romper el ‘impasse’ proponiendo un «gobierno neutro de transición» hasta que puedan llevarse a cabo nuevas elecciones. Y con este será ya el quinto gobierno seguido no salido de las urnas que van a tener los italianos, para desesperación de muchos.
De hecho, ha sido este prolongado paréntesis de gobiernos no elegidos uno de los factores que llevaron a los italianos el pasado marzo a decantarse no por uno, sino por dos partidos de los llamados ‘populistas’ y euroescépticos, el inclasificable Movimiento 5 Estrellas y el derechista Liga Norte. Ninguno de los dos logró una mayoría suficiente y no han conseguido negociar una coalición entre ambos.
«Que decidan libremente los partidos si quieren dar plenos poderes a un nuevo gobierno o prefieren ir a elecciones el próximo julio o en otoño», ha dicho Mattarella.
Pero la palabra «neutral» -«técnico», «super partes»- tiene para muchos italianos un sentido más irónico que real, y no significa otra cosa que un gobierno ‘tutelado’ por Bruselas, europeísta y que mantenga la política laxa de inmigración que impone la UE.
Matteo Salvino, el líder de Liga y de la coalición de centroderecha, llegó a proponer nuevas elecciones el 8 de julio, la primera vez que se convocan en verano (con la consiguiente alta abstención), como le advirtió Mattarella. De marzo acá, los dos partidos dominantes verían mejorar sus perspectivas electorales, en perjuicio, entre otros, del partido del ex premier Silvio Berlusconi.
En cuanto a Luigi Di Maio, líder del vencedor Movimiento 5 Estrellas, también se niega frontalmente a un gobierno, ejem, ‘técnico’. Está decidido a recurrir rápidamente a las urnas si el presidente no elige un «ejecutivo político».
Los grupos vencedores temen que el ejecutivo ‘europeísta’ que sin duda elegirá Mattarella tome decisiones clave en unas semanas cruciales para la Unión Europea, cuando Bruseñas tomará decisiones con respecto a la inmigración y a la moneda única.
De golpe de Estado califican algunos observadores nacionales este intento de quinto gobierno no electo, nacido de la necesidad de tranquilizar a Bruselas en un momento en que ninguno de los dos partidos más votados descarta sacar a Italia de la Eurozona o incluso plantear un referéndum similar al del Brexit.
Se espera que Mattarella anuncie el nombre de la persona que habrá de formar el nuevo gobierno este mismo viernes, aunque ya son numerosos los comentaristas que adelantan que se tratará de una mujer, la primera en Italia.
