«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Así plantó cara una karateka a los dos inmigrantes que intentaron violarla

Kelly Soutar tomando clases de kárate junto a uno de sus compañeros.
Kelly Soutar tomando clases de kárate junto a uno de sus compañeros.

Kelly Soutar es una joven escocesa de 29 años que practica kárate y su cinturón marrón le ha salvado de una violación a manos de dos inmigrantes ilegales, que han sido condenados a tres años de prisión.

Cuando la joven abandonaba una discoteca de la localidad de Forfar, Escocia, dos inmigrantes ilegales originarios de Bangladesh, Shehab Smekramuddin (29) y Mohammad Islam (58), decidieron seguirla. Las cámaras de seguridad mostraron cómo los agresores estuvieron caminando a unos metros de distancia de Soutar, hasta que desaparecieron. Unos veinte minutos después sorprendieron a Kelly antes de llegar a su casa e intentaron violarla. Lo que no sabían Shehab y Mohammad es que se iban a enfrentar a una karateka que no se lo iba a poner fácil.
Los hecho tuvieron lugar el pasado mes de septiembre y la semana pasada se celebró el juicio en el que ambos agresores han sido condenados a tres años de prisión por agresión, y a su posterior expulsión del Reino Unido. Sin embargo, la sala no ha admitido la petición de intento de violación solicitada por los abogados de Kelly.
Durante el juicio, la víctima relató de este modo el ataque: ‘’El joven vino hacia mí y le dí un rodillazo en la ingle. Cuando volvió a venir hacia mí le propiné un puñetazo en la cara. En ese momento el hombre que me estaba agarrando me empujó hacia el suelo dejándome boca abajo, y el otro se acercó y estuvo respirando sobre mi cabeza’’, explica el diario británico Metro.
‘’Logré quitármelo de encima y tan pronto como perdió el equilibrio, lo empujé y simplemente corrí’’, explicó. En cuanto pudo zafarse, Kelly huyó a casa de un amigo y desde allí llamó a la Policía. Hoy en día sigue sufriendo ataques de ansiedad y de pánico por el intento de violación.
El fiscal Eilidh Robertson indicó en sede judicial que ‘’ella ha admitido que le dio un puñetazo a uno de los atacantes y una patada en las pelotas, según sus palabras’’.
Kelly ha indicado a la salida de los juzgados que su entrenamiento de defensa personal le ayudó a zafarse de sus agresores. Ha afirmado que espera que su testimonio e historia sirvan a otras mujeres para tomar clases de defensa personal.
‘’Estoy muy contenta de que esto se termine y es satisfactorio que hayan sido condenados y que no se hayan salido con la suya. Es un alivio saber que no podrán hacerle esto a nadie más en este país. Ha merecido la pena pasar por esta situación y ahora ya puedo seguir con mi vida’’, ha concluido.

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