«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
MÁS DEL 90% DE LOS CAMIONES NUEVOS SIGUEN SIENDO DIÉSEL

La Agenda 2030 amenaza con hundir a fabricantes y empresas automovilísticas en Alemania: inversión millonaria o quiebra segura

Bruselas mercosur
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Redes sociales

Desde este año, los límites de emisiones de CO₂ para flotas se aplicarán también a los vehículos comerciales pesados en Alemania. Estas exigencias se endurecerán progresivamente en los próximos años ya que las emisiones de CO₂ de los camiones y autocares de nueva matriculación deberán reducirse en un 45% para 2030, un 65% para 2035 y un 90% para 2040, en comparación con los niveles de 2019.

Este cambio ha supuesto un enorme desafío tanto para los fabricantes de vehículos como para las empresas de logística. Los fabricantes están obligados a aumentar significativamente la proporción de vehículos sin emisiones en sus nuevas entregas. A su vez, las compañías de transporte deben transformar sus flotas y adoptar camiones de bajas o nulas emisiones, lo que implica inversiones sustanciales.

Ante el estancamiento de la transición hacia vehículos comerciales más sostenibles en Europa, la asociación industrial ACEA ha advertido que los fabricantes podrían enfrentarse a pagos por miles de millones. Prácticamente todos los fabricantes europeos se verán afectados por estas sanciones, desde Daimler Trucks hasta Volvo, Scania o MAN. Actualmente, más del 90% de los camiones nuevos siguen siendo diésel, mientras que sólo el 3,5% de los camiones registrados en el primer trimestre de 2025 funcionan con sistemas eléctricos recargables, ya sea con batería o como híbridos enchufables.

Mientras que los grandes fabricantes como Daimler Trucks o Scania tienen mayor capacidad para absorber pérdidas, para muchas empresas medianas y pequeñas del sector logístico, el endurecimiento de los límites y la obligación de reconvertir sus flotas podría significar una auténtica sentencia de muerte económica. Esta situación se agrava aún más por otros factores como la burocracia y la sobrerregulación, que dificultan las operaciones diarias.

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