La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado que propondrá «relajar» el calendario de las obligaciones de reducción de emisiones a la industria del automóvil, aunque mantiene que los fabricantes deben llegar a los objetivos marcados antes de enfrentarse a fuertes multas por incumplimiento.
Las modificaciones que pondrá sobre la mesa la jefa del Ejecutivo comunitario (pasar de uno a tres años) requieren también del visto bueno del Consejo (los gobiernos) y del Parlamento Europeo. En concreto, Von der Leyen pide una enmienda para aumentar de uno a tres años el plazo que los fabricantes tendrán para someter a evaluación.
En este contexto, Von der Leyen ha afirmado que es «clave» mantener el «equilibrio» y respetar la «previsibilidad y equidad» para aquellos fabricantes que están «cumpliendo los deberes» y ya están en la senda marcada. «Eso significa que tenemos que ceñirnos a los objetivos acordados», ha advertido para explicar que los objetivos no se modificarán (para cumplir la Agenda 2030 y el Pacto Verde), aunque se dé más tiempo a los fabricantes para evitar las sanciones.