Los partidos de la nueva derecha soberanista han incrementado su influencia notablemente en Europa y pueden gobernar para más de 100 millones de personas, un 20% de la población total de Europa. Hungría, Italia, Eslovaquia… y subidas importantes en Austria gracias, en parte, a su oposición frontal a la inmigración ilegal.
En Austria, el Partido de la Libertad (FPÖ) alcanzó el 29% en las recientes elecciones, consolidando un crecimiento que es visto como parte de una tendencia europea. Este partido no ha conseguido socios para intentar formar Gobierno tras ganar las elecciones parlamentarias del pasado septiembre, pero sí tendrá la presidencia del Parlamento.
Mientras, en Italia, el Gobierno de Giorgia Meloni ha aplicado controles más rígidos sobre la inmigración y el derecho de asilo, decisiones apoyadas por más de la mitad de la población que han llevado al Partido Popular Europeo a plantear aplicarlas en todo el continente.
Liderado por Viktor Orbán, Hungría mantiene la línea desde 2010 respecto a la gestión de los inmigrantes, limitando la financiación a ONG y endureciendo el control fronterizo. Recientemente, Hungría, Serbia y Eslovaquia firmaron un acuerdo para reforzar sus fronteras y preservar el espacio Schengen. En Eslovaquia, Robert Fico también ha priorizado la seguridad nacional frente a Bruselas, una postura bien acogida en su país.
La tendencia no es sólo europea: en Estados Unidos, la posible reelección de Donald Trump podría amplificar el apoyo a partidos patriotas y conservadores en ambos continentes. En Iberoamérica, Javier Milei ya ha dado pasos en esa dirección, y su índice de aprobación es cada vez mayor debido a que su política económica está empezando a dar resultados en lo económico.
El PP y los socialistas «marginan» a los patriotas
Mientras tanto, populares y socialistas han intensificado sus esfuerzos para limitar el ascenso de estos grupos aislándoles en las instituciones comunitarias y utilizando los tribunales para perseguirles.
En Alemania, el partido soberanista Alternativa para Alemania (AfD) ha logrado un aumento significativo en tres elecciones regionales consecutivas, lo que ha desatado debates en el estado de Turingia sobre una posible prohibición del partido. Esta iniciativa ha generado una fuerte reacción en el país, en medio de un avance importante de la formación en las encuestas de popularidad.
En Francia, las encuestas muestran que Agrupación Nacional podría estar cerca de obtener una victoria en las próximas elecciones presidenciales, aunque una causa judicial podría torpedear su candidatura.